Las bodas del PP.

El Partido Popular, al que creo votan la mayoría de los católicos que se profesan tales con un comportamiento más o menos católico, en sus afanes de centrismo, modernismo y progresismo corre el grave riesgo de cabrear a una parte importante de sus votantes.

No voy a señalar aquí, sería larguísimo, los agravios a los católicos del Partido Popular. Y también reconozco que son menores que los del Partido Socialista. Sólo me referiré a una estupidez que, por repetida, comienza ya a ser estomagante.

Y lo llamo estupidez porque son actuaciones que no aportan un solo voto y pueden alejar muchos. No pasa sólo con las bodas, recuerdo, por ejemplo, a aquel presidente chulo y prepotente al que le daba por decir que era un admirador de Azaña sin que ello le supusiera ni una sola adhesión y que levantaba ronchas en no pocos de sus votantes.

Me referiré a tres casos. El primero el del segundo matrimonio, civil, de Álvarez Cascos. Yo no entro en lo que tal señor quiera hacer con su vida y en cuantas bodas quiera contraer. Es un problema personal que él resuelve como le da la gana. Tampoco en la ostentación de su boda cordobesa. Cada uno ostenta lo que quiere. O lo que puede. Pero me pareció deplorable la concurrencia al acto de católicos que se profesan tales. Por ejemplo, el de Federico Trillo. Sí, el de aquella "genialidad" de la "puta mili" siendo nada menos que ministro de Defensa. O sobraba la asistencia o sobran el Opus, el ser costalero y demás ostentaciones de catolicismo. Y, lo que digo de Trillo, vale para los demás asistentes al acto confesos católicos.

El segundo lo he leído recientemente en un blog vecino. Un concejal del PP casó, creo que en Sevilla pero el sitio es lo de menos, a dos homosexuales. Y parece que con arrobo. Se equivoca el Partido Popular con esas aperturas. No atraen a nadie, ni a los "casados", y repelen a muchos. Sobran concejales del PSOE o de Izquierda Unida para "oficiar" tales ceremonias.

El tercero acaba de ocurrir en Orense con un concejal del Partido Popular que se ha "casado" con su novio. Y con asistencia de la plana mayor del partido en Galicia. El pastor diocesano, un excelente obispo, acaba de manifestar su opinión sobre el acto.

Me parece que Rajoy lo tiene claro. Si llega, que cada vez lo dudo más, no va a ser por sus méritos, tan escasos, sino por los abiertos deméritos del señor Rodríguz Zapatero.
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