Porque él solo no se va. Y está haciendo un daño inmenso a la escuela católica a la que consiguió convertir,en compañía de otros, en un puro negocio mercantil sin que se le note lo católico en nada. Evidentemente según mi opinión. Pdero que también comparten otros.

La escuela católica no forma católicos. Es la gran ausente en la vida de la Iglesia y cuando aparece es por su enfrentamiento con la jerarquía alineándose con lo que los obispos critican. Lo de EpC ha sido verdaderamente escandaloso. Los colegios que se dicen católicos son los grandes ausentes de las concentraciones católicas y si alguna vez aparecen es de modo penoso. Y el director de ese tinglado es el salesiano Manuel de Castro.

Yo hace bastante tiempo que no leo Alfa y Omega. Si alguna vez publica un artículo interesante no falta un buen amigo que me lo hace llegar. Aunque reconozco que son pocas las veces en que me comunican alguno. Hoy lo han hecho. Con uno que escribió José Antonio Méndez titulado La hora de los valientes. En el que denuncia lo que pasa en algunos colegios "católicos". Tal vez algún lector pueda poner el enlace del artículo. Yo no lo tengo.

Y Manuel de Castro se molestó. Y dirigió una carta a los "titulares y directores de los Centros" de su organización. De la que es Secretario general. Le parece "doloroso e inaceptable" que un medio de comunicación de la Iglesia diga lo que dice Alfa y Omega.

Y protesta ante el cardenal de Madrid, responsable de la publicación. Pues yo protesto de Manuel de Castro, de muchos de los colegios católicos que me parecen inútiles para la Iglesia y en ocasiones perjudiciales. Y pido que echen al Secretario general como responsable directo de esa situación de desencuentro entre la enseñanza "católica" y la jerarquía de la Iglesia.

Estoy seguro de que ni le echan ni se irá. Pero que por mí no quede sin decirlo. Y muy bien en esta ocasión por Alfa y Omega. A ver si me llegan más artículos así. Volvería a leerla.