Los intentos de beatificar a un cura nacionalista vasco.

Hoy se ha publicado un artículo con el título de la bandera republicana a los altares. Me parece casi sacrílego. O sacrílego. Y como lo pienso, lo digo.

Creo que fue un error del régimen nacional el fusilamiento de quince o dieciocho curas vascos. Es más, un fusilamiento sin motivos graves, y no lo son opiniones nacionalistas ni ser capellán de gudaris, me parece un asesinato. No sé si este cura fue de los fusilados, si murió en la cárcel, lo que ocurrió con uno o dos, o si luego pudo ejercer, con más o menos dificultades, su ministerio sacerdotal. Y no me apetece ahora buscar en mi archivo datos sobre su persona. Que no vienen a cuento para lo que quiero decir.

Supongo que si quieren llevar adelante su proceso de canonización es que habrá sido un sacerdote celoso preocupado por la salvación de las almas. Sólo quiero decir que su bandera, seguro que no era la republicana. Posiblemente no lo fuera la bicolor. Pero a los altares no se llega por el amor a una bandera. Posiblemente la que él quería fuese la ikurriña. Pero me extrañaría muchísimo que fuera la republicana. Aunque tal vez fuera esa, no lo sé y tampoco me apetece ahora buscarlo, la que los batallones gudaris llevaran en campaña. Pero, caso de que lo fuera, sería por imposición legal. No porque la llevaran en el corazón.

En el caso de que llegara a término la canonización de este sacerdote, parece muy improbable que sus amores estuvieran con la Repúblíca, no como institución teórica sino con su plasmación práctica en España y con su obra. Si así fuere me parece que llegará antes el Santo Advenimiento que la elevación a los alteres de este sacerdote
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