La Inmaculada

Decía K Marx que el primer pensamiento sobre los problemas de la existencia humana, lo hizo la religión; podríamos decir que el pensamiento bíblico.
El “primer calendario laboral” está en el Génesis: el séptimo día descansó. El problema de la ética: el árbol del bien y del mal. El eterno enfrentamiento fratricida: Caín y Abel. El no entendimiento entre pueblos y culturas: la torre de Babel, etc…

Pero ni podemos quedarnos en los mitos del origen, ni tampoco permanecer en el simple pensamiento científico, que explica algunas cosas, pero no las grandes cuestiones de la vida.

El mal existe desde el comienzo, (pecado original). El pecado existe y existirá siempre donde esté el ser humano por aquello de que la libertad es una capacidad muy hermosa, pero al mismo tiempo que muy difícil. Adán y Eva, sean quienes fueren los primeros humanos, hicieron el mal, pecaron. Adán y Eva somos la humanidad bajo el signo del mal. Por un tipo de humanidad, Adán y Eva, surgió el pecado en la historia.

Por otro tipo de humanidad: María y Cristo, sobreabundó la gracia y el bien, dice San Pablo. María es la antítesis de Eva, como Jesús lo es de Adán. A pesar de los pesares: odios, pecado, muerte, estamos en una historia de gracia y salvación:

El recuerdo de María, llena de gracia y madre del Señor, está presente en la Iglesia desde el comienzo (Pentecostés), Éfeso (año 431), etc., la explicitación formal el dogma de la Inmaculada la hizo el papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854.

María entregó su vida y su persona, su libertad al designio salvífico de Dios.
La madre es siempre memoria de la vida. En nuestra vida personal y en la familia, la madre es la fuente de la vida, es la referencia fundamental.
María es memoria del Señor. Recordar a la Virgen nos hace bien. Dios te salve, María, llena de gracia.

día del seminario.
En nuestras diócesis vascas, en este día de la Inmaculada, celebramos el día del seminario.

tres apuntes y tres conclusiones elementales:
1. seminaristas. En estos momentos en nuestra diócesis hay unos ocho seminaristas, que, por decisión personal y unilateral del Obispo, están estudiando en Pamplona. El seminario de San Sebastián está en Pamplona.
2. CLERO. La diócesis de San Sebastián ha perdido en los últimos 45 años, 600 curas. En 1970 contábamos con 825 curas, hoy estamos unos 238 curas.
3. Si las cosas -como parece- continúan por donde vienen, a partir muy pocos años en nuestra diócesis habrá menos de 100 presbíteros por debajo de los 75 años.
a. Si no hay presbíteros es porque no hay cristianos, ya que hay presbíteros en la misma medida y proporción en que hay cristianos.
b. El clero somos un grupo sociológicamente no ya solamente jubilado, sino más bien anciano. La media de edad del clero de la diócesis de San Sebastián es de 74 años ¿Alguna institución funciona con una media de 74 años en sus “mandos intermedios”?
c. Con tales datos, es imposible llenar el vacío de clero que se ha producido en los últimos 45 años y pretender una pastoral como hace 30 o 40 años, mucho menos una pastoral de cristiandad. (Si no somos buenos, que no lo somos, al menos seamos inteligentes).

03. recordemos para seguir soñando.
En la época del NT, en las comunidades de San Pablo (comunidades carismáticas) era impensable una crisis vocacional, no existía carencia de seminaristas y cosas por el estilo, porque los criterios para los ministerios eran atender las necesidades de la vida de la comunidad en comunión eclesial. Cada comunidad (iglesia local) había de abastecerse y cubrir las necesidades y asumir las tareas de esa comunidad: profetas, doctores, maestros, jóvenes, incluso viudas. Al final del NT (en las cartas Pastorales: 1 y 2 Timoteo y Tito) aparecen los diáconos, presbíteros y epískopos, pero querer compararlos con los actuales ministerios es una extrapolación y un anacronismo.

Desde todas las perspectivas: neotestamentaria, histórica, pastoral, teológica, etc. los ministerios y servicios en la Iglesia pueden cambiar. ¿Por qué no se dan pasos hacia nuevas formas ministeriales?

Siendo un problema serio la escasez de presbíteros, la cuestión de fondo es la “pérdida de identidad” y disolución del cristianismo.

Creo que es más grave el futuro del cristianismo que el futuro de los curas. Allá por los años conciliares decía JM González Ruiz que la Iglesia nació sin curas (desde luego sin curas tridentinos) y el evangelio cuajó en las gentes del Imperio romano. Recientemente alertaba el papa Francisco del peligro del clericalismo y fariseísmo que esterilizan a la Iglesia.
No tenemos recetas ni respuestas fáciles, porque el problema es complejo. Hay quien tiene las respuestas exactas que imponen, lo que ocurre es que tales respuestas ultramontanas no contestan a los problemas que tenemos. otros.

que maría, la madre, nos recuerde al hijo.
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