Año nuevo para vivir

Los días que Dios nos regala son para vivir. ¡Para vivir bien! Vivir bien no es exactamente lo mismo que darse la buena vida. Vivir bien significa vivir con los demás. Más aún, vivir para los demás, lo que, paradójicamente, redunda en beneficio propio. Pues el que busca la felicidad de los demás, ese y sólo ese, trabaja para su propia felicidad. Para el creyente, además, vivir bien implica leer desde la fe y afrontar con esperanza las dificultades inevitables de la vida, así como descubrir la presencia de Dios en cada persona y en cada acontecimiento.

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