Odiado sin motivo

Según el cuarto evangelio Jesús se encontraba con sus discípulos en un huerto cuando unos guardias armados fueron a prenderle. Los discípulos intentaron defenderle. Pedro llevaba una espada, la sacó e hirió a uno de los que iban a prenderle. Entonces Jesús reaccionó de forma tajante y dijo a Pedro: “vuelve la espada a la vaina”. Por otra parte, Jesús se dirigió a los que iban a prenderle y les dijo: “Si me buscáis a mí, dejad marchar a estos”.

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