Pasemos a la otra orilla

Si se leen con un poco de atención los capítulos centrales del evangelio de Mateo parece que Jesús está continuamente “pasando a la otra orilla” e invitando a sus discípulos a hacer lo mismo (Mt 8,18; 9,1; 14,22; 16,5). Esta invitación se encuentra también en los otros tres evangelios. Se diría que una vez que Jesús y sus discípulos han cambiado de orilla, necesitan pasar de nuevo a la otra orilla. Algo así como si estuvieran yendo de una orilla a otra. Esto nos invita a pensar que este paso no es geográfico, no se trata de volver al lugar del que se ha salido. Tiene que haber ahí algo más profundo, al menos una invitación a la no instalación. Ninguna orilla puede convertirse en lugar de queda, todas son lugares de paso.

Leer más
Volver arriba