Es posible que algunos recuerden algo que cantaba María del Mar Bonet: que volen aquesta gent, que truquen de matinada? (=¿qué quiere, qué pretende esta gente que llaman de madrugada?). La canción alude a un hecho real: allá por los años sesenta la policía fue a detener a un estudiante madrileño como enemigo del régimen y el joven acabo tirándose por la ventana (según la versión oficial, que a lo peor hasta es la buena, porque debieron ponerle en una situación desesperada). Pienso que esta pregunta: “¿pero qué pretende esta gente?”, podríamos hacérnosla a propósito de algún integrista católico que tiene capacidad de hacerse leer y oír. Lo malo de algunos de estos personajes es que dan miedo por su beligerancia, por sus obsesiones, por sus permanentes acusaciones, y porque buscan convertir a los superiores eclesiásticos de aquellos con los que no están de acuerdo en inquisidores que los castiguen y desautoricen públicamente. Sólo así parecen sentirse contentos.