Forcades, D'Ors y Melloni son los autores Aparecen traducciones al italiano y al portugués de libros de Fragmenta
(Editorial Fragmenta).- En estas últimas semanas, tres libros de Fragmenta han sido traducidos al italiano y, uno de ellos, también al portugués. Se trata de Hacia un tiempo de síntesis, de Javier Melloni, publicado por Lindau, La teología feminista a la historia, de Teresa Forcades, publicado por Nutrimenti, y Sendino se muere de Pablo d'Ors, publicado por Vita e Pensiero, también traducida al portugués (Paulinas).
Hacia un tiempo de síntesis (2011) es un libro del antropólogo Javier Melloni publicado por Fragmenta que, próximamente, publicará otro de conversaciones de él con José Cobo. En el libro ahora traducido, que se publicó simultáneamente en castellano y en catalán, Melloni considera que las religiones no son totalidades que compiten, sino anhelos de plenitud llamados a compartirse, teniendo presente que el diálogo interreligioso es «una experiencia espiritual».
El escritor Pablo d'Ors presenta y contextualiza en Sendino se muere (2012) las anotaciones que dejó la médico África Sendino, a quien la enfermedad convirtió en paciente.
En el libro La teología feminista en la historia (2011), escrito por la médico y monja benedictina Teresa Forcades, traducido de la edición en catalán de 2007, la autora pone en relieve a Isabel de Villena, Teresa de Jesús, María de Ágreda y Anna M. van Schurmann, entre otras, y las inscribe en la corriente crítica de la teología. Este libro ya había sido traducido al portugués a finales de 2013 (Presente).
En 2013 también se publicó en inglés la Demostración a Teófilo (edición a cargo de Josep Rius-Camps y Jenny Read-Heimerdinger).
Los libros
En La teología feminista en la historia, Forcades aborda la teología feminista en su faceta crítica. La investigación crítica se origina siempre a partir de una experiencia de contradicción. El objetivo de la teología crítica es doble: pone en evidencia los aspectos de la interpretación recibida que generan contradicciones, e intenta ofrecer alternativas de interpretación teológicamente consistentes que permitan superarlas. Dado que estas contradicciones a menudo vienen generadas por situaciones de discriminación o injusticia, a las teologías críticas también se las denomina teologías de la liberación. La teología feminista es una modalidad de teología crítica o de la liberación. El camino de la teóloga o del teólogo feminista es, por tanto, necesariamente, un camino de lucha y de reivindicación, pero esto no significa que tenga que ser solo un camino de lucha o de reivindicación. No lo es. Es, al mismo tiempo, y desde el núcleo mismo de su compromiso, un camino de gratuidad, de don, de sorpresas y regalos inesperados, de descubrimientos que ensanchan cada vez más el horizonte inicial.
Javier Melloni en Hacia un tiempo de síntesis, explica que nuestra generación ha crecido entre las ruinas de antiguas certezas. Nacimos mientras caían. Somos hijos del fragmento, pero el fragmento no nos inquieta porque la alternativa de las grandes moles compactas no nos atrae ni nos convence. Han producido demasiadas víctimas como para confiar en ellas.
Después de un siglo de ideologías férreas que negaban lo Invisible y de décadas de teología sobre la muerte de Dios, nos hallamos ante un nuevo paradigma en el que el resurgimiento de lo espiritual ha confluido con la pluralidad cultural y religiosa. El reto consiste en que este resurgimiento integre las aportaciones de las generaciones precedentes, tanto de las más antiguas que pertenecieron a la primera inocencia como de las más recientes que aportaron una actitud crítica respecto a las religiones. De aquí que se pueda esperar un tiempo nuevo en el que visiones que hasta el presente han competido entre sí descubran que se necesitan mutuamente.
Alcanzar esta síntesis no es una tarea fácil, porque no se establece en el mismo plano que sus antinomias, sino en un ámbito de mayor profundidad donde cada una de ellas es convocada más allá de sí misma.
«He dedicado mi vida a ayudar a los demás, pero no he podido marcharme de este mundo sin dejarme ayudar por ellos. Dejarse ayudar supone un nivel espiritual muy superior al del simple ayudar. Porque si ayudar a los demás es bueno, mejor es ser ocasión para que los demás nos ayuden. Sí, lo más difícil de este mundo es aprender a ser necesitado.»
Durante su enfermedad, la doctora África Sendino fue anotando sus impresiones de cara a un libro que la propia enfermedad le impidió escribir. Pablo d'Ors, que la asistió en sus últimos meses de vida, rescata en Sendino se muere sus anotaciones y las contextualiza en una vida que no duda en calificar de ejemplar. «Sendino se muere no es, ciertamente, lo que ella escribió, sino lo que yo viví a su lado mientras ella intentó escribir. Pero contiene -estoy seguro- buena parte de lo que Sendino quiso transmitir en su proyectado libro y, sobre todo, de lo que ella realmente era y vivía.»