"Desencallamos el barco, ahora hay que arreglarlo y despejar el río para hacerlo navegar" A la espera de la exhortación, la Iglesia de la Amazonía va organizando el post Sínodo

La Iglesia de Manaos busca los nuevos caminos del post Sínodo
La Iglesia de Manaos busca los nuevos caminos del post Sínodo

Las maniobras de los transatlánticos siempre llevan tiempo y entrañan dificultades, lo que demanda pericia

El escrito post sinodal puede ser un referente al que recurra el mundo académico y quienes se preocupan por el futuro del Planeta, algo que ya se da con la Laudato Si´

La riqueza del Sínodo está llegando de vuelta a la Amazonía, es el adelanto del gran y rico cargamento que se espera, la exhortación post sinodal

Participantes de Manaos en el Sínodo
"Desencallamos el barco, ahora hay que arreglarlo y despejar el río para hacerlo navegar". Las palabras de uno de los padres sinodales, misionero en la Amazonía desde hace más de cuarenta años, ponen de manifiesto lo que significa el Sínodo para la Amazonía. El post Sínodo es el momento decisivo, pues es lo que va a hacer que los nuevos caminos se hagan realidad en la vida de las comunidades amazónicas. Pero no es un proceso fácil, las maniobras de los transatlánticos siempre llevan tiempo y entrañan dificultades, lo que demanda pericia.

A la espera de la exhortación post sinodal, que el Papa Francisco quería publicar antes de final de año, pero que todo indica que habrá que esperar por ella hasta finales de enero o principios de febrero, la Iglesia de la Amazonía ya está organizando esta nueva etapa. Lo hace con esperanza, pues a lo vivido durante las tres semanas de la asamblea sinodal, de 6 a 27 de octubre, se une la previsión de una exhortación que muchos vaticinan que debe provocar un gran impacto, tanto dentro como fuera de la Iglesia.

El Papa Francisco, considerado como la mayor autoridad moral en la defensa de la Casa Común, algo que se ha puesto una vez más de manifiesto con la decepción de la COP25, donde los líderes mundiales no han llegado a ningún resultado palpable, el escrito post sinodal puede ser un referente al que recurra el mundo académico y quienes se preocupan por el futuro del Planeta, algo que ya se da con la Laudato Si´. En ese sentido, Francisco ya dejó claro antes de la asamblea sinodal que el Sínodo para la Amazonía era hijo de su encíclica sobre la ecología integral.

Asamblea Sinodal

Al final de la asamblea, él mismo, en palabras a los periodistas presentes a la salida del aula sinodal, como ya había dicho a quienes estaban dentro en su discurso final, insistía en la necesidad de fijarse en los diagnósticos, algo cada vez más urgente en una sociedad que, dominada por los intereses económicos y políticos, no quiere reconocer la real situación en que nos encontramos y cómo el futuro de la humanidad está colgando de un hilo, cada vez más fino.

Eso necesita de una organización que nazca de la base, pues como el Papa ha insistido en repetidas ocasiones, los cambios vienen desde abajo, desde la periferia. Por eso, a pesar del momento que la Iglesia de Manaos está viviendo, a la espera del nuevo arzobispo, Monseñor Leonardo Steiner, que asumirá su nueva misión el 31 de enero, está queriendo ir dando pasos. Fueron muchos los miembros de la Iglesia de Manaos que estuvieron presentes en la sala sinodal y en las actividades llevadas a cabo en la Amazonía Casa Común.

Ellos llevaron todo lo recogido a lo largo de un rico proceso de escucha, con muchos encuentros y momentos de reflexión que tuvieron lugar en esta Iglesia particular, con una conciencia clara de haber estado allí en nombre de los pueblos y de la Iglesia de la Amazonía, involucrada en este proceso, también aquellos que no estuvieron en Roma. Lo que traen de vuelta es la riqueza de las reflexiones y momentos de celebración vividos a lo largo de esas tres semanas, y de un documento que dicen que se reflejará a lo largo de muchas generaciones, un documento con muchas aperturas, con muchas posibilidades de generar nuevos caminos.

En una sociedad en que los pueblos indígenas están cada vez más amenazados, en que sus líderes son perseguidos y asesinados, creciendo constantemente el número de víctimas, especialmente entre los pueblos en aislamiento voluntario y en las periferias de las ciudades, el Sínodo para la Amazonía ha llevado a la Iglesia y a la sociedad a ser más conscientes de esta realidad, a amazonizarlas. Al mismo tiempo, eso demanda de la Iglesia un posicionamiento claro del lado de los pueblos indígenas, denunciando la persecución y muerte por parte de los dueños del capital, con la omisión, inclusive colaboración, de los gobiernos. Debe ser una Iglesia que asuma la dimensión del martirio, consecuencia del seguimiento al Crucificado - Resucitado.

El Papa Francisco en medio de la gente

Entre aquellos que caminan en la Iglesia de Manaos y participaron del Sínodo, se destaca la cercanía del Papa Francisco, empeñado en hacer realidad una Iglesia con los pies en el suelo, que supera los protocolos para caminar en medio de la gente, como el propio Papa demostró durante la asamblea sinodal. La procesión desde la tumba de Pedro al aula sinodal en el día de la abertura de la asamblea es una muestra clara de ese nuevo rostro de la Iglesia. Un Papa que no tenía ningún problema en ponerse a la fila del café como uno más, que se sacaba fotos, que llamaba para subir con él en el ascensor, que escuchaba, especialmente a quienes muchas veces no se les ha prestado la necesaria atención por parte de la Iglesia, los pueblos indígenas y las mujeres. Un Papa que desde el principio dijo que todos hablasen sin miedo, con el que no hay temas tabú, lo que ha sido destacado por quienes estuvieron en la sala sinodal.

La riqueza del Sínodo está llegando de vuelta a la Amazonía, es el adelanto del gran y rico cargamento que se espera, la exhortación post sinodal. Ahora es tiempo de preparar las canoas para saliendo de los grandes ríos llegar a las cabeceras de los más pequeños, surcando aguas no siempre calmas, en las que uno se puede encontrar con obstáculos que pueden hacer que la canoa se hunda. Lo mejor de todo es que en lo que está volviendo se va a reconocer la materia prima que se envió para Roma, elaborada con la fuerza del Espíritu, de una diversidad que se encontró para debatir y hacer realidad juntos la obra de Dios, en dialogo, en sinodalidad.

Encuentro en Manaos

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