Abrazos en el corazón…
Se acerca una fecha en el calendario de las que duele el alma, recordar el tercer aniversario del fallecimiento de mi padre sigue siendo doloroso aunque sé que lo será siempre, sus abrazos no volverán físicamente pero sí que sigue estando conmigo y todo lo vivido esta sellado en el corazón. Aunque las lágrimas son inevitables, tocan en lo más profundo, es un día donde se hace más presente la persona amada, lo que nos dio en su vida y lo que fue su propia vida y desde ahí, es también un día de acción de gracias, por tanto vivido, por lo amado. Un día donde brilla la luz de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, esa es nuestra esperanza y fortaleza. "Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva, para una herencia incorruptible, pura, imperecedera, que os está reservada en el cielo. La fuerza de Dios os custodia en la fe para la salvación que aguarda a manifestarse en el momento final" (1 Pedro 1, 3-5)Texto: Hna. Ana Isabel Pérez