Ahora es el momento favorable

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San Pablo nos dice en su carta a los corintios: “Ahora es momento favorable, el momento oportuno. Ahora es el día de la salvación” (2 Co 6, 2).

Al reflexionar sobre la invitación del inicio de la cuaresma: “Conviértete y cree en el Evangelio”, y en la invitación de Pablo ahora es el día de la salvación, pongámonos a examinar cómo tengo que abordar el convertirme y el acoger en mi el día de la salvación. Debo cambiar, ciertamente, pero sin pretender grandes conversiones, puedo pensar en cosas que por ser pequeñas no dejan de ser importantes y que el Señor está siempre dispuesto a darme la gracia para tener la fuerza de cambiar: Aquella persona que no me cae bien con razón o sin ella, a partir de ahora seré más amable cuando me relacione con ella. Aquel pequeño servicio del que trato de escabullirme, lo haré con gusto pensando que de este modo aligero el trabajo de los otros.

El vivir lo cotidiano con alegría hace más agradable la convivencia y al tiempo me hace sentir bien. Pensar más en los demás y menos en uno mismo son pequeñas acciones que hacen la vida de los otros más llevadera. El tiempo de cuaresma no es un tiempo para torturarse sino de vivir más unidos a Jesús y acompañarlo en su camino hacia el calvario pero no para quedarnos en la muerte sino en la resurrección.Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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