Haití, esperanza de futuro

Mientras las islas de las Antillas se ven asoladas por los desastres naturales, las Hermanas Dominicas de la Presentación trabajan sin descanso para apoyar al pueblo de Haití, con nuevos servicios. El último en abrirse es una Escuela maternal, que desde el año 2010, después del trágico terremoto que devastó gran parte del país, las hermanas ya lo programaron, pero antes tenían que hacer frente a otras necesidades más urgentes.

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El Centro Misionero Marie Poussepin (fundadora de las Hermanas Dominicas de la Presentación), dotado de atención pediátrica, odontología, capacitación de amputados, se ve actualmente ampliado con la Escuela maternal que ha abierto sus puertas a setenta y cinco niños de 2 a 4 años. La belleza y amplitud de las instalaciones, la dotación pensada en función del máximo desarrollo de los niños, la cualificación del personal, de este centro educativo la dedicación esmerada a los pequeños hacen del mismo una respuesta caritativa de la Congregación, nuestra fundadora tenía en mente que la educación y la salud son dos grandes medios de evangelización. Y esto es lo que se han propuesto las Hermanas, proporcionar por todos los medios que este pueblo, el más pobre de América latina, pueda un día llegar a la autonomía.

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Para sufragar, en parte, los gastos de estos servicios, se ha iniciado la construcción de una casa de acogida con capacidad para 70 personas, con todos los servicios: habitaciones individuales, comedor, salas de reuniones, capilla, espacios verdes para grupos de encuentro parroquiales, de formación, retiros, donde encontrar un lugar silencioso y acogedor.

Las Hermanas agradecen los aportes de la Congregación, de la Iglesia local, a los inmediatos colaboradores, a los benefactores y a los niños que con sus risas y lágrimas llenan de vida este espacio. Y dan gracias a Dios por todo lo que se ha logrado hasta el momento. La intuición de Mère Poussepin es viva y actual. Texto: Hna. María Nuria Gaza.

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