Jesús en el evangelio de Juan 6, 1-15 que se lee el domingo XVII del tiempo ordinario, nos da con pocas palabras lecciones magistrales.

El quiere que lo poco que tenemos lo pongamos a disposición de todos. Y con cinco panes y un par de peces, da de comer a una multitud. Aportemos lo poco o no tan poco que tengamos para ponerlo a disposición de la comunidad. El compartir llena el corazón de alegría.

Cuando han terminado de comer pide a sus discípulos que recojan las sobras para que nada se pierda. Nuestra sociedad, como dice el papa Francisco, es la cultura del descarte; se tira comida y cantidad de cosas que hacen de nuestro planeta un basurero. Pensemos que con la comida que tiramos otros podrían comer. No es justo que unos mueran de hambre mientras otros tiran.

Por último Jesús hace el bien porque tiene compasión, no para que le pongan galones y lo ensalcen. De tal manera que cuando aquellos que habían comido hasta saciarse querían hacerlo “su rey”, l se fue solo a la montaña a orar. Hagamos el bien sin buscar recompensas De este modo el Padre del cielo nos lo recompensará, él es el mejor pagador. Texto: Hna. María Nuria Gaza.