Mosul, liberada y devastada

Mosul
Leo en La Vanguardia este titular: "Mosul, liberada y devastada". ¡Qué tristeza! Ver la situación en que ha quedado estad ciudad del norte de Iraq dan ganas de llorar. Por más de que se haya liberado de las urdes del Estado Islámico, una se pregunta cuantos años van a tardar en ponerla en pie.

Es en esta ciudad, donde llegaron mis hermanas, Dominicas de la Presentación, en 1873. Ya no era como la conocí en 1987 pero conservaba muchos rincones que todavía tenían el encanto de una antigua ciudad: calles estrechas, pequeños edificios en los que sobresalía la cúpula de la Iglesia de los Padres Dominicos. Contiguo a la cual se encontraba el cementerio latino en el que reposaban nuestras hermanas, algunas de ellas muy jóvenes. La malaria les había arrebatado a la vida a los 23, 25 y 27 años. Murieron heroicamente al servicio de la Caridad. Algo que siempre me ha impresionado es que morían unas, y la superiora general no dudaba en enviar a otras hermanas jóvenes que estuvieran dispuestas a ir en tierra de misión.

Esta zona del norte de Iraq es donde había la mayoría de población cristiana. Todas las casas de estas familias cuando la invadió el EI, fueron marcadas con una N=nazareno, discípulo de Jesús. ¿Qué queda de ellas? Ruinas. Toda la región de la llanura de Nínive está cuajada de minas anti-persona; se tardará mucho tiempo en limpiarla. ¿Querrán volver sus habitantes? Es posible que los que se refugiaron en el Kurdistán regresen, pero me temo que los que tuvieron oportunidad de ir hacia otros países no vuelvan. Si el número de cristianos era de un 3% de la población iraquí, en el futuro creo que desgraciadamente la proporción será mucho menor. Es lo que ya decía a sus hijos el padre de una de nuestras Hermanas: “Si os vais de nuestra tierra, la cruz de Jesús quedará borrada para siempre en Iraq. Ya nadie invocará el nombre de Jesús”. Hay que procurar por todos los medios que esto no ocurra. Confiemos al Señor que esto no suceda. Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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