Pasar página

Va finalizando el día, la oscuridad por la ventana muestra la llegada de la noche y en ese silencio exterior que envuelve, ante la pantalla del ordenador suspira el corazón, una hoja en blanco ante mis ojos con un deseo, es hora de pasar página a esta situación concreta… caen lágrimas que buscan una luz, un empujón que haga mirar de otra manera, quizás es hora de escribir una nueva etapa… algo quieres Señor.

Busco un libro, empiezo a leer y encuentro una oración que me ayuda, toca el corazón y fortalece la esperanza. Encuentro una dirección para poder pasar página, siempre tan cerca y que a veces cuesta tanto de tomar… ¿Qué hacer? “Entonces me volveré a ti: Dios mío. Te preguntaré: “¿Dónde estás?” Te diré: “No me olvides””…

Ahora, en este momento de oración, llegas a mí Señor, secando lágrimas, convirtiéndolas en acción de gracias, dando vida en este apagón, das luz y me dices: ¡Adelante! Pero ahora sabes cómo hacerlo. Le digo: Sí, Señor. Me volveré a ti…

Oración:
Me volveré a ti
Habrá horas inciertas
y preguntas sin respuesta.
Morderán nostalgias eternas
y dudas infinitas.
Las sombras amenazarán.
Pesará la cruz de algunos días.
Faltará la energía,
el aliento,
la pasión…
¿Flaqueará la fe?

Pero seguirás ahí,
tú que siempre sigues.
Cuando me sienta cansado,
cuando me pueda la vida,
cuando me asuste el mañana,
cuando me falle el amor.

Entonces me volveré a ti: Dios mío
Te preguntaré: “¿Dónde estás?”
Te diré: “No me olvides”.
Enviarás tu luz y tu verdad:
ellas me guiarán,
me llevarán por el camino de la vida
y me darán la alegría profunda,
la esperanza firme,
la luz única.
(José Mª Rodríguez Olaizola, sj)


Texto: Hna. Ana Isabel Pérez.
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