La Trata
El tráfico de humanos viene de lejos y la abolición de la esclavitud en el mundo tiene diversos momentos. Pero todo y que Abraham Lincoln firmó la emancipación de los esclavos, no por ello se solucionó el problema y de tal manera, de una forma más solapada, continua existiendo en la actualidad. Existen en nuestros tiempos, diversos tipos de esclavitud, que van desde el trabajo de menores, tráfico de órganos, explotación sexual, etc., en una palabra personas consideradas como mercancía, como instrumento de enriquecimiento para unos pocos.
Es incomprensible que en nuestra época, en la que se exalta la libertad de cada persona, exista esta forma tan inhumana de robar la libertad personal. Una de las grandes mafias es de trata de personas, los que se aprovechan de las que huyen de la guerra o del hambre exponiendo sus vidas a la incertidumbre de llegar al lugar deseado y en unas condiciones de inseguridad total. Son gentes sin conciencia que lo único que les interesa es el dinero que los emigrantes pagan para lograr un destino, que en muchos casos, es la muerte.
Hay que evitar por todos los medios el sufrimiento de tantos inocentes que tienen un único deseo: encontrar unas condiciones de vida dignas y trabajar para lograrlo. Los cristianos no podemos cerrar los ojos ante estas nuevas formas de esclavitud. Y los políticos tampoco pueden pasar por alto este grave problema.Texto: Hna. María Nuria Gaza.