La plaza de San Pedro en Roma

En las grandes ciudades y en los pueblecitos, las "plazas" acostumbran a tener un sentido característico y entrañable: su historia, lo que allí se vive, lo que se recuerda, sus monumentos.

La Plaza de San Pedro en Roma reúne casi todo lo que acabo de mencionar y aún más, es bonita, es una gran obra de arte, pero sobre todo, encierra ese sentido de universalidad de la Iglesia porque allí está la tumba y la cátedra de San Pedro, el apóstol que el Señor Jesús escogió para guiar a la Iglesia.

Con frecuencia la vemos en la televisión, estos días aún más, con ocasión de la celebración de la Pascua. ¿Por qué se dan cita allí esas multitudes?. Se mezclan las razas, las lenguas, pero, hay un lenguaje común que es el de la fe en Jesucristo.

Y allí se reúnen porque en la Iglesia cada fiel está llamado a dar el propio testimonio, a cumplir su personal misión al servicio de toda la familia. Y, entre la multitud de testigos de la fe común que pueblan la historia y la geografía de la Iglesia, el Papa, como Vicario de Cristo ha recibido la misión de rendirle un particular testimonio.

Desde lo alto de ésta cátedra, el Obispo de Roma, repite constantemente: "Jesús es el Señor". Es lo que las personas allí reunidas quieren escuchar y aclamar. Texto: Sor María Josefa Cases.
Volver arriba