En Alemania, un cura confiesa haber abusado de 3 menores cientos de veces La Iglesia católica belga pide perdón por el daño causado a las víctimas de abusos del clero

La iglesia católica de Bélgica publicó hoy un folleto de orientación para las víctimas de abusos sexuales cometidos por religiosos. "Con la publicación de ese documento, el episcopado belga quiere romper el silencio que ha reinado alrededor de los abusos. Queremos optar decididamente a favor del reconocimiento y de la reparación del sufrimiento ocasionado a las víctimas", explicó en rueda de prensa el obispo Johan Bonny.

Titulado "Un sufrimiento escondido-Por un enfoque global de los abusos sexuales en la Iglesia", el folleto ofrece a las víctimas consejos prácticos sobre los trámites judiciales que pueden realizar para solicitar reparaciones o indemnizaciones.

Asimismo, saca lecciones de los diversos casos de abusos sexuales cometidos por religiosos revelados el año pasado y afirma que lo más importante es "romper el silencio" y "no subestimar nada".

Con la ayuda de expertos y profesores universitarios, la Iglesia belga también trata de trazar un perfil de los criminales, pasa en revista el origen de los abusos, y propone una serie de medidas para prevenir nuevos casos.

El documento, en francés, está disponible en Internet en la dirección www.abusdansleglise.be.

Mientras tanto, un cura católico de la ciudad alemana de Salzgitter reconoció hoy ante la Audiencia Territorial de Braunschweig, en el estado federado de Baja Sajonia (norte del país), haber abusado centenares de veces de tres menores.

El hombre, de 46 años y suspendido del sacerdocio, declaró que su intención no había sido que los niños sufrieran y subrayó que la sexualidad nació de la proximidad con los menores.

"Mi intención no fue la de insinuarme a los chicos", aseguró el religioso, quien entre otras cosas fotografió desnuda a su primera víctima en contra de la voluntad del menor.

Asimismo reconoció que con 20 años se dio cuenta de su falta de interés por las mujeres y de su atracción por los hombres, aunque dijo no haber mantenido jamás una relación seria con otra persona del mismo sexo.

A finales de junio del año pasado, la madre de uno de los niños, que al comienzo de los abusos en 2004 tenía 10 años, denunció al religioso, detenido unas semanas más tarde poco antes de partir a unas colonias.

Ya en 2006, el obispado había llamado al orden al sacerdote después de que la madre protestara por la excesiva confianza que el cura mostraba con los niños.

Posteriormente, otras dos víctimas confirmaron haber sufrido abusos sexuales por parte del religioso entre 2004 y 2007, respectivamente, durante unos dos años.

La Fiscalía de Braunschweig señaló que el cura aprovechaba el contacto frecuente con los menores, por ejemplo en las clases de catequesis para la primera comunión, para ganar su confianza y la de sus padres.

Las agresiones, un total de 280 reconocidas por el propio sacerdote, tuvieron lugar durante pequeñas salidas con los niños en las que pasaban la noche fuera de casa.

Este nuevo caso de violencia sexual salió a la luz poco después del anuncio de la Iglesia católica de su disposición a abrir por primera vez sus archivos a expertos independientes para investigar casos de abusos en sus instalaciones desde 1945 y aportar luz sobre este "oscuro capítulo".

Para ello, los expertos estudiarán los archivos y hablarán con víctimas y opresores con el fin de esclarecer bajo qué circunstancias tuvieron lugar los abusos sexuales y cómo respondió la iglesia a los mismos.

Los primeros resultados de los estudios, que serán llevados a cabo por el Instituto de Criminología de Baja Sajonia y el Instituto de Psiquiatría Forense de la Universidad de Essen-Duisburg, se darán a conocer dentro de aproximadamente medio año. (RD/Agencias/Efe)

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