Escapan de la guerrilla de Joseph Kony Monseñor Aguirre recoge a los niños secuestrados

El obispo de la diócesis de Bangassou (Centroáfrica), Juan José Aguirre, acoge en su diócesis desde hace cinco años a los niños y niñas que consiguen escapar de las garras del encausado por el Tribunal Penal Internacional Joseph Kony que tiene secuestrados a 300 jóvenes en la selva centroafricana y que junto a su guerrilla "asesina, asalta, viola y tortura" a la población.

La guerrilla de Kony, que según ha explicado Aguirre, consiguió entrar el país hace cinco años por su "frágil" estructura militar, se lleva "a ristras" a cantidad de chicos y chicas para utilizarlos como "porteadores" en la selva donde permanecen secuestrados dos, tres o hasta cinco años.

"Imagínate una niña de 14 años, la roban y un grupo de unos 30 ó 40 soldados la retienen en la selva hasta los 16 años para hacer de ella lo que ellos quieran. La brutalizan de una manera impresionante", relata en una entrevista concedida a Europa Press.

Además, ha afirmado que aquellas que logran escapar y alcanzar la misión, llegan "bloqueadas, completamente 'KO', con la autoestima por los suelos" y algunas, además, embarazadas.

Ante estos casos, Aguirre ha indicado que comprende que estas niñas pesan su instinto maternal con el riesgo de poder ver en los ojos de su hijo a su violador durante toda la vida. "Yo les digo, si no quieres a tu bebé, no lo mates porque él no tiene culpa de nada, dámelo a mi y lo tengo en el orfanato y allí lo vamos a cuidar como si fuera nuestro hijo", ha explicado.

Aguirre ha insistido en que Kony no está en paradero desconocido sino que está allí, en Centroáfrica, porque él mismo lo ha visto. No obstante, y a pesar del riesgo que supone quedarse, tanto el obispo como los sacerdotes y religiosas que trabajan en la diócesis continúan con su labor "como puntales, como columnas de bronce aguantando el chaparrón, estando con la gente" y "sin escolta militar".

Todos esperan que lo "agarren" y lo "neutralicen" tanto a él como a sus militares "completamente locos y salvajes", según ha explicado Aguirre. "Les he visto entrar en las casas y disparar con sus kalashnikov contra niños, subirse en una cama de matrimonio y violar a una joven hasta cinco a la vez y después llevársela", ha indicado, al tiempo que ha precisado que, aunque le detengan y le juzguen, "las cicatrices van a quedar durante mucho tiempo".

12.000 KILOS DE LECHE EN POLVO

Bangassou es una diócesis ubicada en la República de Centroáfrica, un país del tamaño de España y la mitad de otra, donde, para viajar desde la capital hasta la diócesis son necesarias 18 horas de coche entre millones de metros cúbicos de verde de la selva. Además, sólo para atravesar la diócesis de oeste a este para llegar a todas las misiones, se necesitan tres días de automóvil por carreteras sin asfaltar.

Para ayudar a esta diócesis, nació en Córdoba la Fundación Bangassou donde Aguirre junto a sus misioneros y cooperantes locales desarrolla 25 grandes proyectos entre los que destaca la maternidad con la que ahora va a colaborar Hero con el envío de 12.000 kilos de leche en polvo a los niños que no pueden mamar de sus madres porque o han muerto o tienen el sida.

Asimismo, en la diócesis se desarrollan otros proyectos de tipo sanitario como el del 'buen samaritano' --una casa de acogida de enfermos terminales de sida--, la leprosería, la pediatría o el centro de niños desnutridos. Además, ha indicado que a veces viajan hasta allí voluntariamente médicos cordobeses para operar en el quirófano casos puntuales.

8.000 NIÑOS ESCOLARIZADOS

Igualmente, en el ámbito escolar, realizan iniciativas para que los niños puedan "aprender a defenderse en la vida por ellos mismos". Así, Aguirre ha explicado que en cada misión hay una escuela dirigida por los padres de alumnos y que ya cuentan en total con unos 8.000 niños escolarizados en la diócesis.

A nivel asistencial, ha destacado el proyecto 'Huérfanos' con el que ayudan a 1.100 niños en esta situación pues, según ha precisado, la consecuencia mayor del sida son los huérfanos. Además, cuentan con 80 cooperativas para las abuelas que tienen huérfanos en casa.

Otro de los centros importantes es la llamada 'Casa de la esperanza' donde llevan a vivir a las personas mayores con problemas de demencia senil que están en la cárcel porque han sido acusados de brujería y a los que les hacen "padecer un calvario en los barrios". En la casa, estas personas reciben asistencia de una religiosa, una comida al día y una cama.

En cuanto al olvido que últimamente parece afectar a África, cuyos problemas quedan cubiertos por los temas económicos, Aguirre ha apuntado que "es la ley de la oferta y la demanda". "Nuestros problemas económicos --remarca-- son siempre mucho más graves que los problemas humanitarios que viven tres cuartas partes de la humanidad. Somos capaces de gastarnos cuánto dinero en quitarnos los kilos de encima, los kilos que les faltan a tres cuartas partes de la humanidad". (RD/Ep)

Volver arriba