La diócesis de Yokohama ha presentado una denuncia protestando contra el arresto de un filipino rn el interior de la iglesia. La Iglesia que vemos en la foto es la parroquia de Kaizuka (en Kawasaki, Tokyo). La policía irrumpió sin mandato judicial en la Iglesia para arrestar a un inmigrante Filipino. La acción policial, dice el episcopado, infringe la ley japonesa y también el derecho a la libertad religiosa.
A primera hora de la tarde del 27 de Mayo, domingo de Pentecostés, siete agentes de policía de la prefectura de Kanagawa, irrumpieron en el territorio de la parroquia de Kaizuka para investigar y arrestar a un inmigrante filipino por no llevar consigo en ese momento su pasaporte.
La policía pretextó que querían averiguar si tenía en orden sus papeles. El párroco, P. Takashi Motoyanagi, protestó por el allanamiento del territorio parroquial sin madato judicial para ello.
Testigos de la detención reaccionaban con indignación ante los modales de la policía en sus palabras y conducta.
EL 5 de Junio el párroco se presentó en Comisaría acompañado de un abogado para presentar la protesta oficial del Obispo de Yokohama, Monseñor Umemura. Denuncia el obispo la doble infracción: contra la libertad religiosa y contra la ley japonesa, por llevar a cabo investigación y arresto en el interior de la iglesia sin mandato judicial para ello.
La Asamblea Plenaria de la Conferencia episcopal japonesa, el 21 de Junio, tras escuchar el informe del Obispo de Yokohama y apoyarlo, envió sendas protestas oficiales ante el Comité de Seguridad Nacional y ante la Jefatura Superior de Policía.