A los presos de Ecuador, les regalo mi valentía para que denuncien jueces y autoridades corruptas Testamento 2021: mil chispas de esperanza y confianza

Testamento 2021: mil chispas de esperanza y confianza.
Testamento 2021: mil chispas de esperanza y confianza.

A Europa, le regalo mis botes salvavidas para evitar “el naufragio de civilización” que pronosticó el papa Francisco por la crisis de los migrantes, hecha de egoísmos y saqueo de sus países.

A las y los que ensucian y destruyen la naturaleza, le regaló mis relojes-alarma para que calculen cuantos años de vida les quedan a sus hijos antes del colapso de la vida planetaria

A los cristianos, les regalo mi fe en el papa Francisco para que se encaminen como Iglesia hacia la dignidad sin manchas de pederastia, la igualdad sin marginación de las mujeres, los jóvenes y los indígenas, y la corresponsabilidad sin autoritarismo clerical

A Julián Assange, secuestrado en Inglaterra, le regalo el premio Nobel de la Paz por denunciar las mentiras descaradas y los abusos escalofriantes de las guerras del gobierno de Estados Unidos contra los países pobres… y le pido perdón por la entrega vergonzosa que hizo de él el gobierno de Lenin Moreno a los ancestros de los gringos.

A Cuba, le regalo el Premio Internacional de la Salud por haber controlado con éxito la covid gracias a vacunas no transgénicas hechas en sus laboratorios, por haber tenido 4 veces menos acumulado de contagios que en Estados Unidos y una tasa de mortalidad 12 veces menor que en el país del norte.

A la CONAIE (Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador), le regalo mi mejor par de botas para sacar a puntapiés los yankis Pérez de Pachacutik.

A Chile y a sus jóvenes, les regalo el Premio Internacional de la Democracia por haber cerrado, después de 10 años de lucha, 50 años de dictadura pinochetista, por promover una nueva Constituyente y por integrar a los Mapuches y otras nacionalidades del sur en la vida nacional.

Julian Assange
Julian Assange

A Colombia, les regalo mis últimas lágrimas de inmenso dolor por los asesinatos de líderes populares y los jóvenes muertos y heridos de las manifestaciones callejeras, que serán en las próximas elecciones semillas de un nuevo país.

A Xiomara Castro de Zelaya, le regalo mi coraje para lograr enrumbar a Honduras por el camino de la soberanía, la “libertad y refundación” nacionales.

A mis hermanos bolivianos, les regalo mi alegría por haber desbancando el gobierno fantasma de los ricachones y haber vuelto al camino de la democracia plurinacional.

A Joe Biden, le regalo mi mejor pergamino para que firme la devolución a Ecuador de los varios ex presidentes y sus millones, juntos otros grande ladrones y traidores, para que sean juzgados por un tribunal popular. A Trump, le regalo un viejo manual de la CIA para que pueda tener éxito en su próximo golpe de Estado en Estados Unidos.

A la ONU, le regalo mi medalla pro-Derechos Humanos por investigar al gobierno fascista de Israel por crímenes de guerra contra los Palestinos en una incursión militar de 11 días en Gaza donde murieron 280 personas.

Bombardeos israelíes sobre Gaza
Bombardeos israelíes sobre Gaza

A los cristianos, les regalo mi fe en el papa Francisco para que se encaminen como Iglesia hacia la dignidad sin manchas crimino-pedófilas, la igualdad sin marginación de las mujeres, los jóvenes y los indígenas, y la corresponsabilidad sin autoritarismo clerical.

A los obispos, les regalo un resumen del Concilio Vaticano II, mayor autoridad en la Iglesia católica, para que se enrumban con todos los bautizados en una preparación fraterna del próximo Sínodo. A los sacerdotes, les regalo los Documentos de las Conferencias Episcopales Latinoamericanas de Medellín, Puebla, Santo Domingo y Aparecida para que encuentren allí las orientaciones pastorales necesarias para la Iglesia del siglo XXI.

Al señor presidente La$$o, le regalo mi bolso de cuero rojo para que traiga los centenares de millones que tiene en los paraísos bancarios de EEUU y los devuelva a los sectores pobres del Ecuador. Al vice presidente Jorge Glas, secuestrado por el gobierno ecuatoriano, le regalo mis llaves secretas para que salga libre de la cárcel de Latacunga donde está injustamente detenido desde 5 años.

A los presos del país, les regalo mi valentía para que, junto a sus familiares, denuncien jueces y autoridades corruptas para que estos conozcan la violencia mortal de las cárceles ecuatorianas.

A quienes luchan por un medio ambiente sano, le regalo mi última idea luminosa: “No cambiemos el clima. Cambiemos el sistema porque es el que nos destruye y destruye el planeta”.

A las y los habitantes de Zaruma, “pueblo mágico del Ecuador”, responsables o cómplices de los socavones en que se hunde la ciudad, le regalo una pepita de inteligencia para que dejen de cavar su propia tumba.

Zaruma, Ecuador.
Zaruma, Ecuador.

A los no vacunados, les regalo el millón de vacunas que me encargó Abdalá, porque ya van a caducar.

A los jóvenes ecuatorianos, les regalo mi maleta de sueños para que, juntos y dejando la adicción al celular, despierten a un pueblo dormido y abusado por los medios de comunicación comerciales. A los ecuatorianos en general, les regalo el valor y la sabiduría de mis raíces indígenas para que establezcan en Ecuador el bien vivir de la equidad, el bien convivir de la política participativa, la armonía respetuosa con la naturaleza y la comunión festiva con el Misterio de la Vida cósmica.

A los latinoamericanos que quieren migrar y a lo que han migrado, les regalo mi último aliento para gritarles que sustituyan el sistema capitalista que rige en sus países por otro económicamente más equitativo, políticamente más participativo e ideológicamente más acorde a las culturas indio-afro-latinoamericanas.

A las y los que ensucian y destruyen la naturaleza, le regaló mis relojes-alarma para que calculen cuantos años de vida les quedan a sus hijos antes del colapso de la vida planetaria.

A Europa, le regalo mis botes salvavidas para evitar “el naufragio de civilización” que pronosticó el papa Francisco por la crisis de los migrantes, hecha de egoísmos y saqueo de sus países.

A mis lectores benévolos, les regalo mil chispas de esperanza y confianza para que no se cansen de aportar su granito de arena en las luchas por el Ecuador necesario que nos merecemos.

Gases de efecto invernadero.
Gases de efecto invernadero.

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