Acuerdo de paz en Qalamoun Las comunidades cristianas de Alepo crean un comité de ayuda humanitaria
(Agencia Fides) - Mientras continúan los combates en Aleppo entre las fuerzas gubernamentales y los insurgentes, las comunidades cristianas de la ciudad siria han decidido crear un comité de coordinación para prestar asistencia humanitaria a las personas en dificultad y a los refugiados.
Según fuentes locales de Fides, el comité está formado por 11 personas que representan a las 11 comunidades cristianas de Aleppo
"Trataremos de encontrar el modo de asegurar una cierta seguridad en los barrios habitados por cristianos, de forma que no abandonen sus casas para que no se repita aquí lo que ha sucedido en Homs, donde las casas abandonadas por los civiles que han huido han sido tomadas por los combatientes. Esto ha provocado la masacre en los barrios de Homs", dicen nuestras fuentes.
"Esperamos que el llamamiento al diálogo lanzado por el Santo Padre el domingo pasado (véase Fides 30/7/2012) sea escuchado tanto en Siria como en la comunidad internacional" subrayan las fuentes de Fides que recuerdan también que "las sanciones económicas adoptadas contra el régimen, en realidad afectan a los sectores más pobres de la población.
Los ricos se han refugiado en Líbano, Jordania o Turquía, pero los pobres no tienen nada para poder hacer frente a esta situación". "El diálogo es la única manera de encontrar la paz y lograr la democracia, fundada sobre el respeto de los derechos humanos para todos", dicen las fuentes de Fides.
Acuerdo de paz en Qalamoun
El acuerdo es otro éxito de la iniciativa "Mussalaha" (Reconciliación), que está trabajando para demostrar que hay una "tercera vía" alternativa a la guerra y a las armas, que es la de la sociedad civil.
Según fuentes locales de Fides, el 30 de julio se ha firmado un "acuerdo histórico entre las fuerzas de la oposición de Qalamoun y los representantes de Mussalaha de Yabroud, Qâra, Nebek y Deir Atieh y sus alrededores".
La región de Qalamoun es una zona de mesetas que se encuentra entre Damasco y Homs, y que engloba a las aldeas de cristianos de Maaloula (donde se sigue hablando el arameo, la lengua vernácula de Jesús) y de Saydnaya (donde se encuentra el Santuario de la Madre de Dios), además de los antiguos monasterios de Santa Tecla, Mar Touma, Mar Moussa y Mar Yacoub.
La población es predominantemente sunita, pero también hay una fuerte presencia cristiana, que es respetada gracias a un pacto que se remonta a los tiempos de Saladino.
Hace algunos meses, varios pueblos de la región, se proclamaron "independientes" y paralizaron las instituciones del Estado (municipios, comisarías de policía, tribunales) y de la vida civil (con huelgas generalizadas y permanentes).
Esta fase de desobediencia civil ha estado acompañada por una insurrección armada por parte de milicianos que han atacado puestos del ejército, pero también algunos civiles considerados cercanos al gobierno o conciliadores del régimen.
A los milicianos se han unido bandas de delincuentes que aprovechando el desorden y la falta de seguridad han secuestrado a personas para obtener rescates y robado en fábricas, almacenes, tiendas.
El acuerdo de ayer se une a la Declaración de Roma de grupos de la oposición reunidos por la Comunidad de San Egidio (véase Fides 27/7/2012). En virtud de este acuerdo, la oposición renuncia a la opción militar, y, por tanto, prohíbe a sus miembros atacar a las fuerzas gubernamentales, militares y de seguridad civil. Depone las armas y entrega la seguridad en manos del Estado. Por su parte el gobierno sigue dando a los civiles la libertad de expresarse democráticamente a través de manifestaciones y sentadas.
Gracias al acuerdo, señalan las fuentes de Fides, los presos políticos que no han cometido crímenes violentos han sido liberados y las personas secuestradas con fines políticos o financieros han sido puestos en libertad.
"Las familias sunitas divididas entre opositores y partidarios además que entre los opositores de las diferentes facciones, se encuentran unidos por este acuerdo que demuestra una vez más el poder persuasivo de la sociedad civil que reconstruye, desde los jefes de tribu y de clan, con el acompañamiento de las autoridades religiosas, un pacto social que no puede completarse hasta que el ruido de las armas desaparezca en toda Siria", concluyen las fuentes de Fides