Obispo brutalmente torturado y asesinado Los obispos cameruneses piden justicia para monseñor Balla
"Nosotros, los obispos de Camerún, afirmamos que monseñor Jean Marie Benoît no se suicidó; fue brutalmente asesinado. Se trata de un asesinato más, uno de más", se lee en el comunicado de la Conferencia Episcopal de Camerún sobre la muerte de monseñor Jean Marie Benoît Balla, obispo de Bafia, cuyo cuerpo fue encontrado en las aguas del río Sanaga, el pasado 2 de junio.
"Actualmente el cuerpo está a disposición de las autoridades judiciales para la investigación de las circunstancias, de las causas exactas y de los autores de este crimen atroz e inaceptable", indica el comunicado del episcopado camerunés.
Los obispos subrayan "la triste memoria de varios prelados, sacerdotes y personas consagradas que fueron asesinadas en circunstancias poco claras hasta la fecha. En particular, recordamos a monseñor Yves Plumey, arzobispo emérito de Garoua, padre Joseph Mbassi, padre Antony Fontegh, las hermanas de Djoum, el padre Engelbert Mveng, solo por citar algunos".
"Tenemos la impresión de que el clero de Camerún está particularmente perseguido por fuerzas oscuras y malvadas", denuncian los obispos de Camerún. Al tiempo que piden que "se haga luz sobre las circunstancias y los motivos del asesinato del monseñor Balla, y que sean identificados y llevados ante la justicia para ser juzgados según la ley, todos los responsables".
También exigen al Estado que "asuma el deber real de proteger la vida humana", y a los medios de comunicación y a los usuarios de las redes sociales que no difundan mentiras y respeten la dignidad de los seres humanos. Por último, los obispos piden a los asesinos de monseñor Balla "que realicen un camino de conversión urgente y radical". (RD/Aica)