Este lienzo de Sorolla no es una Virgen (le cuelga un crucifijo), aunque parece que se trata de una santa (nimbo dorado alrededor de la cabeza). Cobija en su regazo flores amarillas, y sostiene en su mano derecha un libro entreabierto, como meditándolo.
Dominan el conjunto figuras geométricas y elegantes dorados, que nos evocan con facilidad medievales figuras de santos. Alguien ha bautizado esta piadosa pintura con el nombre de "Santa italiana". Pero ¿en qué región de Italia os parece que se pintó tan hermosa figura? ¡En Asís, la patria chica de san Francisco!Recién casado en Valencia con Clotilde, en 1888, se desplazó hacia Roma y Asís, donde ya había vivido algún tiempo. Se estuvo dedicando a pintar temas de la región y venderlos con cierta facilidad por lo atrayente de su cordial y luminoso estilo.
"Santa en oración"... Pero ¿qué santa? Carlos G. Navarro sugiere con talento un nombre muy familiar:
"Pudiera aludir a la propia santa Clotilde, cuya vida entre el siglo V y el VI coincidiría con las alusiones a la suntuosa decoración cortesana del lienzo –nació en la corte del rey Childerico, su padre, y casó con Clodoveo, rey de Francia, al que convirtió al cristianismo–, y de la que san Gregorio de Tours destacó sus largas y fervorosas meditaciones y recordó que su pueblo la tenía más por una religiosa que por una reina."
Nuestro amigo Epicteto nos facilita una definitiva versión: ¡la Santa es, en primer término, su propia esposa! Leamos su razonamiento:
"He tenido el placer de leer varias cartas intimas de Sorolla (cartas que conserva mi amiga Blanca Pons Sorolla biznieta del artista), y en una de ellas se dice (1889):
" .....querido amigo Juan Antonio, ya estamos en Asís, y hemos disfrutado mucho en el viaje con la gran ayuda económica de tu señor padre. He dibujado y luego pintado un cuadro de mi querida esposa Clotilde con la aureola de santa. Para mí lo es por sus grandes cualidades humanas y siento además por ella una pasión muy humana y hasta profundamente religiosa y especial devoción pues la considero Santa.....".
UN MENSAJE AL HERMANITO DE ASÍS
Pilar Paz Pasamar, fervorosa contemplativa como Clotilde, servicial y amorosa como Francisco, teclea, en verso, un angustiado email para el humilde poverello. Pintor de la naturaleza, de la luz, de las flores, los panes y los peces y, sobre todo, del hombre, Sorolla, que ha escuchado el pregón mientras encendía los verdes de un prado, se acaba de manchar las manos de pintura y de lágrimas... Escuchemos también nosotros a Pilar:
RECADO A SAN FRANCISCO
Ya no hay pájaros, no quedan
vuelos, no hay pájaros mansos.
Un cielo de plomo absurdo
destila gotas de pasmo.
Francisco de Asís, no queda
sitio ya para los pájaros.
Túneles de boca negra,
motores negros, espacios
llenos de sombra. Los hombres
-arquitectos del espanto-
destejen lianas plomizas
en las selvas del asfalto.
¿Qué harías, padre Francisco,
dónde pondrías tus manos
si ya no queda, si ya
no hay sitio para los pájaros?
El amanecer se tíñe
de humos apresurados:
prísa y humo. La escalera
nos lleva mucho más bajo.
Ya no hay sitio en la palabra
para nombrar al hermano;
la hermana agua se ha teñido
de sangre espesa, el hermano
viento golpea el acero,
llama en goznes subterráneos;
la hermana luz se hace verde
por los tubos, el cansancio
abraza los cuerpos, deja
su huella en todos los cánticos.
En la ruidosa colmena
no hay sitio para los pájaros:
miel amarga por los besos,
tuera por los ojos, barro
por las cornisas. A ciegas
la esperanza se abre paso,
se suicida en las miradas,
se ensucia en los pechos. Mando
mi recado por las nubes
aún libres, a Ti, en lo alto,
más frágil que esta esperanza:
-Hermano Francisco, hermano,
¡que ya no hay sitio, que ya
no hay sitio para los pájaros!
JOFRÉ FUNDA EL HOSPITAL DE LOS LOCOS EN 1409
Este año se cumple el 600 aniversario de la fundación, en 1409 y en la ciudad de Valencia, del primer hospital
psiquiátrico del mundo. Con este motivo se ha organizado en el monasterio de El Puig (Valencia) la exposición "Padre Jofré, 600 años de solidaridad".
¿Y quién es el padre Jofré? Un religioso mercedario del siglo XIV, activo y piadoso, que murió en olor de santidad y, a lo largo de los siglos, se le ha venido rindiendo culto público externo ininterrumpidamente hasta el día de hoy... Iniciado el proceso de beatificación varias veces, hace dos años concluyó la fase diocesana, y en este momento la Santa Sede instruye el proceso de beatificación, analizando los más de 4.000 folios de documentación aportados a la causa.
La exposición de El Puig recoge, entre otras obras pictóricas, como pieza principal, el siguiente lienzo de Sorolla, que no ha podido desplazarse al Prado por encontrarlo imprescindible para la celebración de tan ilustre aniversario:
"FRAY JUAN GILABERT JOFRÉ AMPARANDO A UN LOCO PERSEGUIDO POR LOS MUCHACHOS"
Se cuenta que el 24 de febrero de 1409 iba desde su convento a la Catedral de Valencia, para predicar el sermón del primer domingo de cuaresma, cuando vió que unos muchachos se ensañaban con un loco. Corrió el fraile a protegerlo, ahuyentó a los agresores y llevó al malherido a su convento. Enfurecido por el suceso, volvió a la Catedral para predicar un vibrante sermón, en que habló de la necesidad urgente de una institución benéfica que acogiera a esos enfermos mentales. Bajando del púlpito, se le ofrecieron once valencianos, presididos por Lorenzo Salom, para secundar su proyecto, hecho realidad el 9 de marzo de 1409.
TAMBIÉN DEFIENDE KAHLIL GIBRAN A LOS DEMENTES
De locos todos tenemos un poco. A lo mejor necesitamos un poco más todavía. Kahlil Gibran nos ofrece una descripción del chiflado que nos hace desear más de esa extravagante autenticidad. Sugiero que os asoméis al serial radiofónico "Un tal Jesús" en su capítulo 18 ("Un loco quiere entrar"). En el espacio de un cuarto de hora podréis ser testigos, en tierna escena, de Jesús defendiendo, como Jofré, a un transtornado. Escoged, por ejemplo "audio mp3 español baja calidad", pulsando aquí.
EL LOCO
En el parque de un manicomio
encontré a un joven
de rostro pálido y bello y soñador.
Me senté a su lado en el banco
y pregunté:
–¿Por qué estás aquí?
Me miró con ojos atónitos
y dijo:
–La tuya es una pregunta poco oportuna,
de todos modos contestaré.
Mi padre quiso hacer de mí un calco
de sí mismo, y mi tío también.
Mi madre veía en mí la imagen
de su ilustre progenitor.
Mi hermana me exhibía a su marido
marinero
como el perfecto ejemplo a seguir.
Mi hermano consideraba que tenía que ser
idéntico a él:
un verdadero atleta.
Y también mis profesores,
el doctor en filosofía,
y el maestro de música, y el de lógica,
estaban bien decididos:
cada uno de ellos quería
que yo fuera el reflejo
de su rostro en un espejo.
Por eso he venido aquí.
Encuentro este ambiente más sano.
Aquí al menos puedo ser
yo mismo.