Los pequeños dibujan teología

Una madre mejicana acaba de enviarme un precioso dibujo de su hijo cuando tenía diez años. Un arrodillado Jonas parece suplicar al Señor su salvación. La ballena, sospechando que algo raro ocurre en su interior, aguanta el tipo con cara de pocos amigos. Comic trascendente, escena naif deliciosamente descrita. Los relatos bíblicos gustan mucho a los niños. Jesús hablaba a la gente sencilla en parábolas, pequeñas historias de la vida cotidiana con sabia moraleja.

Me vais a permitir mostraros dos dibujos de adolescentes, esta vez madrileñas. En el Cuaderno de Religión expresan sentimientos muy hondos de auténtico fervor cristiano. Aquí descubrimos a la autora triste, sollozando en un banco de parque. Jesús la acompaña y consuela. Una frase comenta teológicamente la situación: "Sigue vivo hoy".

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Un segundo documento de gran plasticidad, con una flor viva recién cortada y tres garabateados corazones, viene ilustrado por el siguiente texto:



"Este tulipán
va dedicado a ti, Señor.

Con gran razón
te lo envío
desde lo más profundo
de mi corazón.

De mí a ti
en este día de San Valentín.
Pienso en ti."


La creatividad gráfica de los niños de la civilización de la imagen está todavía por descubrir. Acaso un día les facilitemos, al fin, la ocasión de decirnos sus más escondidas palabras, de dibujarnos a todo color los más encendidos paisajes de su alma.

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