Construir un programa político desde el Evangelio. 3

Lv. 19, 13 No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta la mañana.


Todos los expertos en los estudios de la Biblia coinciden en que la lectura de sus libros ha de hacerse desde un contexto histórico para poder entender algunos planteamientos. También es cierto que desde la a-confesionalidad un texto Sagrado no puede condicionar la vida social. Pero si nos fijamos en algunos versículos como el que cito en el titular creo que bien podrían formar parte de un programa político de aplicación universal, y válido más allá de planteamientos religiosos.
Aunque bien mirado lo religioso no deja de ser sino un componente del ser humano que marca la relación del hombre con el Absoluto y con el prójimo. Y la relación con el prójimo en la “polis”, el arte de vivir en sociedad, es la base de la política.


El Levítico contiene varias perlas como el versículo citado. Dios traslada a Moisés unas pautas de comportamiento para “vivir como Dios manda”, y si hacemos una lectura actualizada podemos encontrar principios que hablan de ecología, o de derechos laborales y justicia social: “No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás” no necesita mucho comentario. Y lo de “no retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta mañana”, ¿a quiénes podría afectar hoy día, a entidades pagadoras quizá?

Non solum sed etiam
Para el tema de migración y extranjería:
Lv. 19,33-34 Cuando un forastero resida junto a ti, en vuestra tierra, no le molestéis. Al forastero que reside junto a vosotros, le miraréis como a uno de vuestro pueblo y lo amarás como a ti mismo; pues forasteros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.
Unos principios para el comercio justo:
Lv.19,35-36 No cometáis injusticia en los juicios, ni en las medidas de longitud, de peso o de capacidad: tened balanza justa, peso justo, medida justa y sextario justo.
En cuestiones de sanidad alimentaria:
Lv.19,7 Si se come algo al tercer día, será un manjar corrompido.

Fue un primer paso antes del lo de la “fecha de consumo preferente” y “fecha de caducidad” Ah y los sistemas de conservación aún no estaban muy desarrollados. Pero la advertencia estaba hecha.
Sí, ya sé que quien se moleste en leerse el Levítico encontrará versículos más susceptibles de réplica, y algunos hasta reflejo de una sociedad machista, patriarcal, y anticuada, y tan anticuada, que estamos hablando del s.VI a de C. pero hasta algunos de esos versículos susceptibles de réplica no dejan de tener su “aquel”:
Lv.19,31 No os dirijáis a los nigromantes, ni consultéis a los adivinos haciéndoos impuros por su causa.
Vendedores de humo, ayer, hoy y mañana. Evidentemente en una sociedad libre y democrática cada cual es libre de dejarse engañar por quien le dé la gana.

La Biblia es Palabra de Dios para quienes creemos, y sus textos han inspirado leyes de lo más diversas, unas más justas que otras también hay que decirlo. Sin duda que estos textos en bruto no se pueden ofrecer como Carta Magna para nadie, pero, cuanto más repaso algunos de los textos de la Biblia más encuentro párrafos que bien harían muchos políticos en tenerlos presentes a la hora de mandar hacer y sobre todo de dar ejemplo haciendo. Porque para eso también hay otro versículo:
Mt. 23,1-4: Entonces Jesús, dirigiéndose a la multitud y a los discípulos, dijo: —En la cátedra de Moisés se han sentado los letrados y los fariseos. Ustedes hagan y cumplan lo que ellos digan, pero no los imiten; porque dicen y no hacen. Atan fardos pesados, [difíciles de llevar,] y se los cargan en la espalda a la gente, mientras ellos se niegan a moverlos con el dedo.
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