Mayo el mes de las Madres.

Las diferentes comunidades de inmigrantes, preferentemente las procedentes de Latinoamérica, celebran a lo largo del mes de mayo el día de la Madre en una fecha diferente a la que se marca en el territorio español. Es una forma de mantenerse ligado a sus raíces.


Dos ejemplos los encontramos en Cantabria y en Álava.

Los ecuatorianos de Cantabria, especialmente procedentes de las Zonas Andinas de
Imbabura, celebraron el Día de la Madre y del Padre el domingo 11 de mayo. La fiesta tuvo lugar en el Parque de Punta Parayas, en la localidad de Camargo.

Desde la ONG “Buscando Vivir” s e hacía la siguiente crónica de la jornada: De mañana se acudió al lugar y se preparó un asado de

carne y de pollo. Hacia las 3 se fué recibiendo a los invitados a la fiesta,
y cada familia traía también una comida para compartir y que iban
depositando en la mesa. Ya a eso de las 3,30 se empezó a repartir la
comida, primero a los socios de la asociación y luego a las demás personas
que se unieron. La comida llegó para todos, abundante, sabrosa... Las
familias se sentaron en el campo, se ponía un mantel y empezaron a comer.
Ya más tarde se hizo el reparto de las condecoraciones,
una tela tipo bandera de Ecuador con la inscripción: "Feliz Día de la Madre.
Asociación Unión Solidaria Internacional Cántabra. Santander 2014". Además
se entregó un obsequio a cada madre, y lo mismo se hizo con los padres.
Se veía alegría, simpatía, comunicación, sonrisas... Una
tarde que ayudo a compartir la amistad, la unión, la solidaridad.
Todo iba dirigido a cumplir los fines de la asociación
en lo que se refiere a Celebraciones festivas, conmemoraciones, fiestas
nativas. "Celebrar actividades que allá se realizan. Hacer la comida típica
y compartirla".

En Vitoria es el Programa Berakah quien coordina muchas de las celebraciones de las comunidades inmigrantes. Y la fiesta del día de la Madre está programada para el 18 de mayo.
La fiesta consistirá en una Eucaristía a las 11:30 en la parroquia de Santa María. En la celebración las madres tienen un especial protagonismo. Hay que tener presente que muchas personas tienen a sus madres lejos y muchas madres tienen a sus hijos lejos. Ello hace de esta celebración un momento emotivo.
Al finalizar la misa se ofrece un sencillo picoteo y se les entrega a todas las madres que asistan un pequeño detalle.


Non solum sed etiam.

Consultando la wikipedia nos encontramos un curioso calendario en el que se recoge las fiestas del día de la madre en diversos países: estas van desde el segundo domingo de febrero en Noruega hasta el 22 de diciembre en Indonesia. En algunos países el homenaje a las madres se hace coincidiendo con una festividad religiosa, como en Panamá en el día de la Inmaculada (esta fecha estuvo vigente en España hasta 1965, cuando se trasladó al primer domingo de mayo), o con exaltaciones de la mujer como el 8 de marzo en los países de la antigua URSS, en Bolivia con el recuerdo a las heroínas de la Coronilla, o en Paraguay en la fiesta de la Independencia de su país ligando los términos de madre patria y madres de los de la patria.
Como en muchas cosas “para todos los gustos” pero con un elemento común: el reconocimiento a la mujer en su insustituible papel de la maternidad. A esa mujer que es madre, esposa, hermana e hija. A la misma a la que luego tratamos injustamente, obviamos el reconocimiento en su labor diaria, pagamos sueldos inferiores, explotamos en el hogar y fuera de él, utilizamos como objeto sexual o acabamos con su vida de forma violenta o a plazos.
Eso sí luego el día de la madre todos nos acordamos de la madre que nos parió.
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