De la Misa a la Mesa con la riqueza de la variedad.

Un año más, en torno a la festividad del 12 de octubre, Berakah convoca a las gentes de todos los pueblos a celebrar la riqueza de compartir las diferencias.


Bajo el denominador común de las grandes celebraciones que se llevan a cabo con el arropo del programa Berakah, “De la Misa a la Mesa”, la celebración de este 13 de octubre comenzará con la Eucaristía parroquial en Santa María a las 11:30 en la que participará el grupo musical Mara – Mara, y a continuación el jurado compuesto por miembros de la Sociedad Gastronómica Kukubarre dará su veredicto en el ya tradicional concurso gastronómico que tiene como lema “en la variedad está nuestra riqueza” y que convoca a cuantos se animan a preparar platos en los que cada año hay un ingrediente estrella. Este año es el maíz, el pasado año fue el arroz y en las ediciones anteriores la patata. El artífice del plato ganador se llevará como premio su peso en patatas alavesas.


Non solum sed etiam.
Esta fiesta, que va convirtiéndose en tradición y cita inexcusable para cuantos se sienten cercanos al programa Berakah, es una muestra más de la sinergia que se produce cuando las diferencias no separan sino que unen. La Misa en Santa María, ya de por sí multicolor y variopinta, gana en estas celebraciones más diversidad aún con la participación más autóctona de cada pueblo representado. Y por otro lado el sencillo concurso gastronómico es un canto a los sentidos y a la imaginación culinaria. Jamás pensé las posibilidades en dulce y salado que puede dar un tubérculo, un puñado de arroz y este año veremos lo que da de sí el maíz.

De la Misa a la Mesa es un espacio lúdico y religioso que permite poner sobre el ara y sobre la mesa los buenos y malos momentos, las alegrías y las penas y transformarlo todo en ofrenda y acción de gracias. Algunos de los que participan en estos actos celebran estar vivos y, tras haber vivido odiseas como las de Lampedusa no haber tenido el mismo final.

En Berakah se declina el gerundio mientras en otras instancias andan a vueltas con el condicional. Porque Amar se demuestra amando, convivir – conviviendo, ayudar – ayudando, servir – sirviendo, construir- construyendo, …
Y en esa tarea es como logramos ir de la Misa a la Mesa celebrando siempre que otro mundo mejor es posible.
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