¡Vecino, tengo un problema!

Las organizaciones SOS Racismo y CEAR-Euskadi (Comisión Española de Ayuda al Refugiado – en su delegación en el País Vasco) están organizando una iniciativa en Vitoria-Gasteiz para el próximo 17 de noviembre; se trata de promover el encuentro entre familias vascas y familias procedentes de otros países: “se trata de que familias de distintos países se “emparejen” y queden para comer y conocerse. Será sin duda muy enriquecedor.” Comenta Rosabel, de CEAR-Euskadi.


La invitación continua con los siguientes argumentos: “Comer un día en casa de una familia latinoamericana, magrebí, o china, puede desmontar muchos estereotipos que tenemos entre culturas.”
Se ofertan distintas opciones: ser familia anfitriona, invitada o intermediaria. Los interesados en participar tienen un teléfono de contacto: 653011223.

La campaña se presentas bajo el título: “La Familia de al lado Bizilagunak 2013”. Incluso hay un video promocional http://www.youtube.com/watch?v=PbjbCI_u9zc

Non solum sed etiam


Vaya por delante mi felicitación a SOS Racismo y CEAR-Euskadi por esta iniciativa que sin duda puede deparar gratas sorpresas en cuantos neófitos en el diálogo con otras personas quieran atreverse a dar ese paso y aceptar esta invitación.

Pero no sería yo si viera la información desde un solo lado, porque esta iniciativa no solo es una gran idea, sino también una invitación a la reflexión y al sonrojo de la población que no ha sido capaz de ver al vecino, sea de donde sea, como “la familia de al lado.”

Todos sabemos y reconocemos que atrás se quedaron esas comunidades de vecinos en las que los chiquillos podían “vivir de una casa a otra casi como en su propia casa”, aquellas vecindades en las que se conocían casi vida y milagros de cada uno de sus miembros; aquellos patios en los que tender la ropa era un tiempo de tertulia, o llegadas fechas señaladas siempre había un momento para celebrarlo con los vecinos.

Aquel calor humano ha sido sustituido, en la gran mayoría de núcleos urbanos, por otro modo de vida más frio, distante e individualista.

Ese calor lo perdimos ya antes de que llegaran nuevas familias a nuestros bloques de viviendas, a la manzana o al barrio. Por eso nos hemos perdido el trato con personas diferentes, con culturas diferentes, con visiones de la vida diferentes.

Por eso la iniciativa conjunta de SOS Racismo y CEAR-Euskadi es muy buena y ojalá muchos descubran en ella, no tanto el apuntarse a una experiencia exótica, que también está bien, sino a no esperar al 17 de noviembre, o ir más allá del 17 de noviembre. Ojala esta iniciativa ayude a abrir los ojos y descubrir a la familia de al lado. Y si se tercia comer con ellos, pues fenomenal, pero más importante es empezar a descubrirse unos a otros en el trato del día a día. Realmente es ahí, en el día a día, donde se acaban desmontando los mitos de otras razas, culturas, religiones,… porque el otro tiene nombre y apellido (aunque sea impronunciable), tiene rostro, tiene historia y empieza a formar parte de una historia común. La que construimos cada día como vecinos.

Sé de lo que hablo y quien me conoce sabe que es cierto.

Felicidades SOS Racismo y CEAR-Euskadi, ojalá esta sea vuestra última campaña de este tipo porque un día deje de tener sentido invitar a hacer algo que forma parte ya de nuestro modo de vivir y entender la vida. Porque hayamos recuperado la palabra vecino. Mientras tanto ¡vecinos, tenemos un problema!
Volver arriba