El 3 de marzo tendrá su espacio en locales de la iglesia de San Francisco

Con un titular más sensacionalista que fiel a la verdad, se anunciaba en un medio local que la Asociación del 3 de marzo podría utilizar la iglesia de San Francisco (por necesidades de caracteres ahí dejaba el dato). Y por otro lado, alguna agencia de noticias, se lanzaba a responsabilizar al nuevo obispo de Vitoria del acuerdo alcanzado.


Finalmente el obispado de Vitoria, como institución, y con decisión aprobada por el órgano diocesano competente, al que el obispo presentó la consulta; la Fundación San Francisco, que vela por la conservación del patrimonio belenístico donado por Sánchez Iñigo; y la Asociación de víctimas del 3 de marzo, peticionaria de un espacio para mantener viva la memoria de los hechos del 3 de marzo de 1976; han llegado a un acuerdo que permitirá usar puntualmente y con un uso fijado claramente uno de los antiguos despachos de la iglesia de san Francisco: para la proyección de un video que recuerda aquellos hechos, como clausura de las visitas guiadas.

Non solum sed etiam


Vamos por partes.
Es cierto que monseñor Elizalde se reunió hace unos días en la iglesia de San Francisco con las partes afectadas, que recogió las inquietudes y demandas, que escuchó y tomó datos de primera mano. Por lo tanto no hay que negarle una parte de protagonismo en la solución dada a la demanda de la asociación de víctimas del 3 de marzo.

Pero si algo va dejando claro Elizalde desde el principio es que no es su estilo el de tomar decisiones “por su cuenta y riesgo”, sino que quiere ser obispo de todos con la ayuda de todos, y en ciertos temas con el lógico consenso de sus más cercanos colaboradores.

Por otro lado la decisión tomada no desdice, ni enmienda la plana a su antecesor, monseñor Asurmendi, quien, también tras hacer las consultas oportunas, asumía la decisión que aconsejaba denegar el uso del templo al colectivo del 3 de marzo, y satélites.
Por lo tanto, el 3 de marzo tendrá su espacio en el otrora complejo parroquial, y hoy una de las dependencias sin uso de la Iglesia de San Francisco.

El antiguo despacho es un lugar adecuado para ofrecer una proyección a los grupos reducidos que hacen las visitas temáticas programadas.

Esta decisión respeta la opinión de quienes fueron consultados (y de quienes sin ser consultados opinábamos igual) y que no veían (veíamos) apropiado el uso del templo (que sigue siendo) para actos civiles de memoria del 3 de marzo. Ahora bien. Creo que la pequeña capilla permanece adaptada para acoger una celebración religiosa que quizá algún día a algún diocesano se le ocurra ofrecer para recordar, como hacemos los cristianos, la memoria de los muertos. Y quizá para leer integra cada año la homilía que por mor de las circunstancias fue cercenada. Pero eso es algo que 40 años después todavía a nadie se le ha ocurrido.
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