La historia de Jake Bailey Bienaventurados los que saben que van a morir
(Vicente Luis García).- Palabras de Jake Bailey, joven de 18 años antes de morir. "Ninguno de nosotros sale vivo de la vida. No sabemos dónde terminaremos, ni cuándo terminaremos. Por eso, sed valientes, sed grandes, sed altruistas y sed siempre agradecidos por las oportunidades que tenéis; la oportunidad de aprender de quien vivía antes de vosotros y de quien camino junto a vosotros".
Son las palabras impactantes pronunciadas por este joven, alumno del Instituto de Christchurch High School, en Nueva Zelanda. Y enfermo terminal. Tiene pocas semanas de vida y le ha sido diagnosticado un tumor fulminante y agresivo, sin remedio: un linfoma Burkit no Hodgkinson.
Pero este joven, después de haber escrito estas palabras, quiso dejar su habitación del hospital para leerlas personalmente a sus compañeros. Se presentó en silla de ruedas con una lucidez digna de admiración, y conmovió hasta derramar las lágrimas entre los presentes, produciendo una gran ovación al terminar su discurso:
"Dejad que sean los demás quienes vivan vidas mediocres, no vosotros. Dejad a los demás llorar y preocuparse por pequeñas cosas, no vosotros. Dejad que sean los demás a dejar su futuro en las manos de los demás, no vosotros. El futuro está sólo en vuestras manos. Dejad los sueños para muy tarde, dedicaos a conseguir los objetivos más inmediatos".
El joven Jake terminó estas palabras con el lema de la escuela "Altiora Peto", frase latina que significa "Aspirar a lo más alto". ¿Qué decir? Una bella historia para compartir y tenerla siempre en la mente, cuando los problemas de cada día nos parecen insuperables. Nos lo enseña este pequeño gran hombre.
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