No olvidemos el pasado, pero sanemos la memoria Yo estuve en Bilbao
(José Arregi).- Estuve en la manifestación del sábado día 12, bajo el lema Derechos humanos. Solución. Paz. Presos y presas vascos a Euskal Herria. Con todo mi respeto a quienes comparten el lema pero no la manifestación y a todos los que no comparten ni el lema ni la manifestación, quiero exponer con franqueza y sencillez por qué estuve en Bilbao.
1. Al igual que una inmensa mayoría de la ciudadanía vasca, reclamo cambios sustanciales en la política penitenciaria, empezando por el fin de la dispersión, la derogación de la doctrina Parot y la liberación de los presos gravemente enfermos. La dispersión castiga injustamente a las familias. La doctrina Parot ha sido unánimemente declarada ilegal por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. El mantenimiento en prisión de un preso gravemente enfermo contradice el sentido de la prisión según la Constitución: prevención y reeducación/reinserción. Las tres medidas fuerzan el derecho vigente. Y, sobre todo, vulneran los derechos humanos de los presos.
2. Pues sí, todos los presos -aun cuando hubieren cometido los peores delitos-son sujetos de derechos humanos. Dios puso una señal en la frente a Caín el asesino, para que nadie le hiciera daño. Es preciso defender todos los derechos humanos de todas las personas, cuando es políticamente oportuno y cuando no lo es. Con un único límite: los derechos superiores de otras personas (o de otros seres). Pienso que las medidas señaladas no vulnerarían ningún derecho ajeno superior, luego son de justicia.
Al igual que una inmensa mayoría de la ciudadanía vasca, reclamo cambios en la política penitenciaria
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