Vuelve el Concilio para quedarse Duelo por la involución perdida

(José M. Vidal).- Unos pocos, los más radicales, se han echado al monte de la crítica inmisericorde al nuevo Papa. Sin darle tiempo a tomar decisiones. Sin concedere el beneficio de la duda. Sólo por lo mucho que les molesta "la encíclica de sus gestos". Pero la mayoría de la galaxia neoconservadora llora, desconsolada, por las esquinas. Duelo amargo por el reino perdido. Llantos y suspiros por la involución perdida.

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