(Jairo del Agua).- 6.- Las esperanzas:
Ante tantas dificultades y tan metidas dentro de nosotros mismos nos puede parecer que la "experiencia de Dios" no habrá de conseguirse nunca. O que está sólo reservada a unos pocos privilegiados. Opino todo lo contrario. Pienso que la experiencia de Dios, en una u otra medida, está al alcance de todos. Es cierto y constatable que no todos estamos igualmente dotados, pero es igualmente cierto que todos podemos crecer, desarrollarnos y dar frutos. Lo recoge muy bien la "parábola de los talentos" y concordancias (Mt 25,14 - Lc19,11 - Mt 13,12 - Lc 8,18).
También es constatable que ese desarrollo de nuestro potencial dependerá en gran medida de nuestra disposición, es decir, de nuestras opciones personales. Si acogemos la vida profunda, ésta por su propia esencia brotará y se expandirá.
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