"Palabras de solidaridad y misericordia" Francisco, un Papa que nos impacta con su presencia y mensaje

(Francisco Murillo, Bogotá).- Bogotanos y visitantes de esta populosa ciudad madrugaron de manera especial el día de ayer por la visita del Papa Francisco.

Voluntarios que prestaron su servicio en el Parque Simón Bolívar, donde se celebró la eucaristía papal, llegaron al lugar desde la una de la mañana, sabiendo que el inicio de la ceremonia estaba previsto para las 16.30h. Algunos asistentes iniciaron su camino al Parque desde las 3 o 4h de la mañana, pues deberían ingresar a las 5h, según anunciaba su boleta. Además los jóvenes que se congregaron en la Plaza de Bolívar iniciaron su llegada a la misma desde las 2h de la mañana. Algo semejante sucedió con los miles de fieles católicos que se apostaron por las distintas vías por las cuales haría el recorrido la Comitiva Papal.

Los eventos oficiales de la visita del Santo Padre a Colombia este 7 de septiembre fueron varios y se realizaron de manera continuada, con un obispo de Roma, siempre sonriente, siempre dispuesto de manera especial para los niños y las personas más desvalidas, quienes prácticamente aparecieron en todas las actividades realizadas, por solicitud específica del Papa.

En la plazoleta del Palacio de Nariño, sede de la presidencia, donde se realizó la bienvenida, unos 3000 invitados estaban presentes, pero se destacaba un grupo de niños y niñas, quienes rompieron el protocolo rodeando espontáneamente y abrazando al Papa, quien con su amplia sonrisa en ese momento, mostró el especial afecto que tiene por los pequeños.

El mensaje de Francisco, ha tenido unas sólidas peticiones, una serie de llamados a compromisos que siempre fieles al Evangelio nos exigen a los católicos del mundo, pero de manera especial a los colombianos, revisar nuestras posturas, meditar sobre lo que realizamos y buscar la paz y la justicia social, la solidaridad, la misericordia, el perdón, la reconciliación y la disposición a respetar la naturaleza y a nuestros hermanos, entre otros aspectos.

Algunas de las frases del Papa, así lo indican y lo precisan:

Ante el presidente dijo:

"La búsqueda de la paz... es una tarea que no da tregua y exige el compromiso de todos... que este esfuerzo, nos haga huir de toda tentación de venganza...".

"...los animo a poner la mirada en todos aquellos que hoy son excluidos y marginados por la sociedad... Les pido que escuchen a los pobres, a los que sufren. Mírenlos a los ojos...".

"La Iglesia, en fidelidad a su misión, está comprometida con la paz, la justicia y el bien de todos".

A los jóvenes les dijo:

"La paz con Ustedes", este fue el saludo, manteniendo la línea de lo dicho anteriormente.

Les indicó que venía a aprender de su fe, de su fortaleza ante la adversidad.

"El Señor no es selectivo, no excluye a nadie... y todos somos importantes para Él".
Reiteró lo que les dijo ayer a los jóvenes de Idipron: "Mantengan viva la alegría...no se la dejen robar".

En una especie de diálogo con los más de 20.000 jóvenes presentes en la plaza, les pidió que repitieran: "Dios nos ama con corazón de Padre".

"Atrévanse a soñar a lo grande... no tengan vuelo rastrero".

Hace un llamado al voluntariado de los jóvenes, porque ellos se dejan conmover por las necesidades y precisa: " ...dejen que el sufrimiento de sus hermanos... los abofetee y los movilice".

"No nos acostumbremos al dolor y al abandono".


"Que las dificultades no los opriman, que la violencia no los derrumbe,... Jesús ha vencido el mal, el pecado y la muerte, solo falta salir a su encuentro..." esto fue un llamado que generalizó, pues advirtió que lo hacía para todos.

Al finalizar, insistió en una petición que constantemente realiza: "No se olviden de rezar por mí".

En las intervenciones de Su Santidad, lo que dejaba como mensaje caló tanto entre los asistentes, que tanto ante el presidente y los demás asistentes, como en el encuentro con los jóvenes, los aplausos interrumpieron en diferentes ocasiones sus palabras y esto en no pocas ocasiones, le llevó al Papa a salirse del texto preparado previamente y a realizar llamados, que el momento lo impulsaba a hacerlo.

En la eucaristía celebrada al ir cerrando el día, la homilía, le permitió al Santo Padre decir entre otros aspectos:

"Pero también aquí, como en otras partes, hay densas tinieblas que amenazan y destruyen la vida. Las tinieblas de la injusticia y de la inequidad social, ... las tinieblas corruptoras de los intereses personales o grupales... del irrespeto por la vida humana,.... de la sed de venganza,.... de quienes se vuelven insensibles ante el dolor... en un claro llamado a reaccionar ante estas inadecuadas acciones y comportamientos de los seres humanos, porque son tinieblas... Jesús las disipa...".

También nos llamó a la "... unidad para la defensa y cuidado de la vida humana, especialmente para el más vulnerable... ""Buscar el bien común, por encima de los intereses mezquinos o particulares".

Ardua tarea nos espera. Con este segundo día de visita el Sumo Pontífice, nos ha dejado palabras profundas, mensajes precisos, reflexiones que debemos mantener, para lograr ser fieles al llamado de Jesús, en un país y un mundo tan convulsionado.

Volver arriba