(Ángel Moreno).- En este tiempo de verano, resuena providente la Palabra. Jesús nos invita, como a sus discípulos, a descansar un poco, a acercarnos a las fuentes tranquilas de la relación de amistad con Él.
El Señor se ofrece, como buen Pastor, a llevarnos bajo su cuidado por los pastizales y librarnos de todas las asechanzas del malo. Por encima de todas las vicisitudes y contrariedades, la promesa divina nos asegura que no quedaremos a merced de los especuladores.
Para leer el artículo completo, pinche aquí