(José Manuel Vidal).- Impone por lo que es y por lo que representa. Gerhard L. Müller estuvo ayer en Madrid y tuve la oportunidad de hacerle un par de preguntas y de asistir a su charla sobre la liturgia, con motivo de la fiesta de Santo Tomás de la Universidad San Dámaso de Madrid.
Físicamente es un tiarrón. Seguro que ronda el 1,90. Le sacaba a Rouco dos cabezas. Impone, además, tenerlo al lado y mirar a los ojos azules del "guardián de la ortodoxia" y prefecto del ex Santo Oficio.
Como casi todos los grandes personajes, en las distancias cortas es un prelado sencillo y afable. Nada pagado de sí mismo ni de su cargo. Habla un español bastante fluido. Eso sí, con un tremendo acento alemán. Antes de empezar su conferencia, nos atendió amablemente a la compañera de 13TV y a un servidor.
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