(Alberto Eisman).- Se cumplen cuatro años del nacimiento del país más joven del planeta. Después de duros años de guerra civil (en diferentes periodos históricos), de millones de muertos, de incontables humillaciones histórias por ser negros, por no ser musulmanes o por ser resistentes a la arabización forzosa... un grupo humano pudo obtener su legítimo derecho de una tierra donde no fueran discriminados ni fueran mirados como ciudadanos de segunda.
El sueño - después de incontables negociaciones, un proceso interino y un referéndum masivo a favor de la independencia - se hizo realidad y fueron - fuimos - multitud los que nos alegramos profundamente al ver esa nueva bandera siendo izada... levantando las esperanzas de un nuevo país donde - después de haber aprendido las duras lecciones que supone una guerra - se erigiera una sociedad basada en nuevos y más humanos valores: la solidaridad, la tolerancia, la diversidad, la educación...
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