(Emma Martínez).- Hace algunos años, ya bastantes, arriesgué a poner palabra a una dura experiencia difícil de expresar. Hace un par de meses que acompaño a madres que tienen a sus hijos e hijas en la cárcel, la mayoría por temas de droga. Escucharlas a ellas me ha vuelto a recordar esa experiencia. Compartirla con ellas ha sido rico y emocionante. Cuando publiqué este texto hubo mucha gente que me dijo que les había ayudado. Hoy, desgraciadamente, siento que sigue siendo actual y que también puede ayudar a otras personas.
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