El obispo que paró la sangría en Sudán Una historia: la mejor arma para enfrentarse a la verdad

(AE).- Imagínense la escena: en Sudán, hace algunos años cuando todavía el país estaba unido y vivía una guerra civil. El "ala humanitaria" del ejército rebelde decide por su propia iniciativa quedarse con un importante porcentaje de la ayuda humanitaria que está llegando a través de una de las diócesis católicas de la región. Lo hacen con regular impunidad y no parecen dejarse convencer de que desistan en su actitud.

El obispo de esta diócesis, en vez de enfrentarse directamente a los responsables de este "impuesto revolucionario" aprovecha una reunión pública para compartir un microrelato que todos los presentes puedan entender: "Érase una vez un hombre que tenía una vaca. Era tanta su ambición que cada día apuraba hasta la última gota de leche que quedaba en las ubres de su vaca. Pocos días después, cuando llegó el ansiado momento de ordeñar la vaca, lo que salió no fue leche sino sangre."

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