Rufo González ¿No va a haber misericordia para obispos y presbíteros casados? (II)
(Rufo González, sacerdote).- Hermosa teoría de la misericordia
a) El amor "visceral" de la misericordia:
"La Iglesia sentía la responsabilidad de ser en el mundo signo vivo del amor del Padre" (Mv. n. 5).
"La misericordia de Dios no es una idea abstracta, sino una realidad concreta con la cual Él revela su amor, que es como el de un padre o una madre que se conmueven en lo más profundo de sus entrañas por el propio hijo. Vale decir que se trata realmente de un amor "visceral". Proviene desde lo más íntimo como un sentimiento profundo, natural, hecho de ternura y compasión, de indulgencia y de perdón" (Mv. 6).
b) La "compasión de tu compañero":
"¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de ti?" (Mt 18, 33). Y Jesús concluye: "Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos" (Mt 18, 35).
c) "Su amor visible y tangible":
"La misericordia en la Sagrada Escritura es la palabra clave para indicar el actuar de Dios... Él no se limita a afirmar su amor, sino que lo hace visible y tangible. El amor nunca podrá ser un palabra abstracta. Por su misma naturaleza es vida concreta: intenciones, actitudes, comportamientos que se verifican en el vivir cotidiano. La misericordia de Dios es su responsabilidad por nosotros. Él se siente responsable, es decir, desea nuestro bien y quiere vernos felices, colmados de alegría y serenos. Es sobre esta misma amplitud de onda que se debe orientar el amor misericordioso de los cristianos. Como ama el Padre, así aman los hijos. Como Él es misericordioso, así estamos nosotros llamados a ser misericordiosos los unos con los otros" (Mv. 9).
Perversa práctica de la misericordia
a) Al margen del Evangelio
Ante la imposibilidad moral de muchos sacerdotes (obispos y presbíteros) para vivir en celibato, se les obliga a abandonar el ejercicio pastoral. La autoridad eclesial sostiene que quien no es capaz de reprimir una tendencia creada, natural, no debe presidir la comunidad cristiana. Ley ésta que Jesús no exigió a sus apóstoles ni durante más de tres siglos fue práctica obligada para los sucesores de los apóstoles y sus inmediatos cooperadores. La historia dice que tuvo origen en conceptos erróneos sobre la sexualidad y en teologías no cristianas. Se fue imponiendo por ignorancia, fanatismo, poder bruto, economía, comodidad, interés... Las ventajas del celibato opcional se utilizan como excusa para impornelo. Las contraindicaciones no se valoran, sometiendo así la persona a la ley.
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