(José Manuel Vidal).- Apretados y urgidos por las negras circunstancias, hasta la Casa Real se suma a los recortes y se baja el sueldo: El Rey sólo se baja el sueldo un 7%. En un gesto escaso, pero ejemplar. Algo es algo. Y con su gesto consigue conectar con el pueblo que pide ejemplaridad a todos sus líderes sociales. Del Rey abajo. Porque la gente llora, sufre y se aprieta el cinturón. Y se indigna, cuando ve que las élites sociales, políticas, religiosas, económicas y financieras no dan ejemplo y no son los primeros en arrimar el hombro. Porque deberían ser los primeros en tener que dar ejemplo y, además, les cuesta poco hacerlo, porque tienen mucho. Tras el Rey, sólo sólo quedan los políticos (que se resisten a perder sus privilegios) y la Iglesia católica.
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