"Compartimos esa inquietud con nuestros socios europeos" Moratinos expresa a Marruecos su inquietud por las expulsiones de cristianos
(Ferede).- El Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, ha dirigido una carta a Daniel Rodríguez y a Mariano Blázquez - presidente y secretario ejecutivo de FEREDE respectivamente -, en la que responde a las sucesivas cartas que, desde esta federación, se le han escrito para denunciar las expulsiones de cristianos evangélicos en el Reino de Marruecos.
En su escrito, de fecha 12 de julio, Moratinos informa a FEREDE de que "el Gobierno español se ha dirigido, a través del Embajador de España en Rabat, a las autoridades marroquíes para transmitirles su inquietud ante las expulsiones mencionadas...".
Señala, además, el Ministro español, que "compartimos esa inquietud con nuestros socios europeos", y añade, "le aseguro que seguiremos el asunto con la mayor atención en el futuro, insistiendo ante las autoridades marroquíes en el necesario cumplimiento de las obligaciones internacionales en materia de libertad religiosa".
A pesar de su brevedad, la misiva del Ministro Moratinos contiene: un compromiso por parte del Gobierno español, reconoce la "inquietud" compartida con el resto de países de la UE, y confirma la necesidad de recordar con insistencia a las autoridades marroquíes cuáles son sus obligaciones en materia de libertad religiosa.
Cabe esperar que, a través del nuevo embajador para Marruecos, Alberto Navarro, recientemente nombrado por Moratinos para sustituir al anterior, Luis Planas Puchades, este asunto pueda tratarse como una asunto de primera importancia.
Navarro es reconocido como un auténtico "peso pesado, de gran prestigio" dentro de la diplomacia española, y su nombramiento ha sido valorado como "una apuesta fuerte" del Ministro Moratinos para las relaciones de España con Marruecos.
Por su parte, Rabat debería tomar nota del deterioro político y diplomático que sus actuaciones contra la libertad religiosa están produciendo en su imagen internacional, y cambiar su política actual - de persecución y acoso policial - por otra que reconozca el derecho fundamental a la libertad religiosa de sus ciudadanos - naturales y extranjeros - y lo proteja.