¿Compartiendo soledades?

EDITORIAL

De mis soledades vengo y a mis soledades voy, decía Machado. Y cantaba un sentir hondo del ser humano. También el famoso psiquiatra Erich From lo expresó escribiendo “Nacemos y morimos solos, y en medio hay un paréntesis en el que buscamos vivir en compañía para olvidar nuestra terrible soledad”.


La Navidad se ha convertido, en mano de la sociedad actual, en un negocio lucrativo. Pero es precisamente cuando más se habla de amor, de amistad, de buenos sentimientos y de calor familiar cuando más resalta el vacío que existe bajo la máscara sonriente del teatro navideño.

La felicidad no se alquila por unas horas o días. Por eso el ser humano, en su aislamiento actual, llama alegría y compañía a un simple compartir las soledades. Como la protagonista de la película “Casablanca” decía a Humphrey Bogart (“aunque me mientas, dime que me amas”) el ser humano actual pide “Aunque me engañes, hazme sentir que no estoy solo”.

Pueden leer aquí el Editorial completo de Protestante Digital titulado ¿Compartiendo soledades?
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