RUBÉN TORRES
Al natural, en escabeche, en salsa de vieira... en Galicia somos especialistas en conservas y contamos con una gran diversidad de productos del mar que dejan de ser perecederos gracias a una técnica esmerada y mejorada a lo largo de largas décadas.
También somos conocidos por nuestros banquetes -especialmente de bodas- donde no es difícil encontrarse con siete mariscos de gran calidad en restaurantes con el nombre de uno de los antepasados familiares, que comenzó el negocio con una pequeña taberna, y ahora tiene una gran casa -normalmente poco estética urbanísticamente hablando- que cuenta con varias salas llenas de gentes que disfrutan de las delicias de las Rías.
Hace algún tiempo, llegaron unos snobs de la gran ciudad... de esos que nos miran por encima del hombro y nos llaman “de provincias”. Estuvieron dos días paseando por aquí y se marcharon sin hablar con las gentes, sin degustar la gastronomía de la zona, sin respirar el inconfundible olor a sal de los pueblos marineros... esa sal que conserva y curte las pieles de hombres del mar, rotos por el intenso trabajo.
Puede leer aquí el artículo de este escritor gallego de fe protestante titulado Conservas y conservadores