Los padres de la niña fallecida, Nicolás y Yolanda, son pastores de la Iglesia evangélica Santidad Pentecostal, cuyos feligreses se reúnen habitualmente en la sede del cine Capitol. En la mañana de ayer, Nicolás había llevado a su mujer a una reunión con feligreses y a la mayor de sus tres hijos, Karen, que tiene siete años, a clases de baile. Después fue a hacer la compra. Cuando llegó a su casa una vecina le avisó de lo que estaba sucediendo. Corrió a socorrer a sus pequeños, pero nada pudo hacer.
Una gran sala situada en la planta baja del cine Capitol era desde hace años su lugar de encuentro. Allí acudían a escuchar las predicaciones de los pastores Nicolás y Yolanda, matrimonio que presidía la iglesia.
Allí mismo, hace sólo una semana, la pequeña Sara, que murió el pasado sábado al incendiarse su casa, participó en una fiesta de Navidad. Ayer domingo, esa pequeña sala congregó de nuevo a más de un centenar de feligreses evangélicos de la Iglesia de la Santidad Pentecostal. En esta ocasión para arropar a sus pastores, los padres de Sara.
Primero cantaron. Con las manos en alto y lágrimas recorriendo sus caras, corearon canciones que hablaban de Dios, de la fe y de la fragilidad humana. Luego callaron. En un emocionante silencio escucharon las breves palabras de dos padres golpeados por la tragedia, que a pesar de su dolor manifestaban su confianza en Dios.