La elección de un Presidente de EEUU nunca había levantado tanta expectación. Sin duda por el hecho de ser de raza negra (¿cuánto falta para que veamos a un Presidente de Gobierno de origen latino o gitano en España?). Pero por otra parte, porque se espera de su persona que obre el milagro de solucionar los problemas candentes.
La terrible situación Israel-Palestina de crónica ha pasado a explosiva. El fenómeno latente del terrorismo mundial no deja de manifestarse. La crisis económica mundial, en la que el propio EEUU está inmerso, comienza a dar dentelladas. Y los brotes como el conflicto del gas, que pudo dejar a parte de Europa sin el aporte indispensable en medio de un crudo invierno, aparecen cuando menos se esperan.
Y aún falta que 2009 nos llegue con la crudeza que va a suponer a todos los niveles el impacto (¿tsunami?) de la crisis económica, que sin duda golpeará sin misericordia a los países y personas, especialmente los más pobres… que también miran a Obama.
La elección de un Presidente de EEUU nunca había levantado tanta expectación. Sin duda por el hecho de ser de raza negra (¿cuánto falta para que veamos a un Presidente de Gobierno de origen latino o gitano en España?). Pero por otra parte, porque se espera de su persona que obre el milagro de solucionar los problemas candentes.
