Left Behind Eternal Forces, Super 3D Noah’s Ark, King of Kings: The Early Years, Charlie Church Mouse… Son algunos de los títulos que ya desde principios de los 90’ han ido conformando un mundo propio, el de los ‘videojuegos cristianos’. La tendencia ha ido cogiendo más forma en estos primeros años del siglo XX, y varios estudios multimedia de EEUU se están dedicando exclusivamente al software de entretenimiento cristiano. Pero, ¿hasta dónde puede llegar el impacto? ¿Cuáles son los objetivos de cristianizar el sector de los videojuegos?
El diario La Vanguardia dedicaba a este tema, hace dos semanas, un especial en las páginas centrales. El artículo principal se titulaba “Videojuegos divinos” y añadía una crónica complementaria, “De Pacman a Cristo”. Explicaba el periódico que “decenas de compañías especializadas en el desarrollo de videojuegos religiosos buscan hacerse un hueco en el negocio” de un mercado general de los videojuegos que en su totalidad ha generado ventas por valor de 19 millones de dólares en todo el mundo.
LA TRIPLE E
Como se explica en el diario catalán, una veintena de las empresas que crean software de entretenimiento cristiano se organizan en la Christian Game Developers Foundation (CGDF). El propósito es, según, Xrucifix, uno de los estudios multimedia que forman parte de la fundación, conseguir “las tres E: entretener, educar y evangelizar”. En la sencilla web de otra entidad relacionada con CGDF, la AFIM (Association for Family Interactive Media), se añade que existe “una preocupación por parte de ejecutivos de desarrollo de videojuegos y de profesionales del entretenimiento, acerca los cada vez más elevados niveles de contenido explícitamente sexual y violento en los videojuegos”. Por ello, se quieren ofrecer herramientas, talleres, e información para que los padres puedan tomar buenas decisiones sobre el entretenimiento electrónico que consumen sus hijos.
Más completa y atractiva es la web de Plain Games. También desde una perspectiva cristiana, ofrece numerosas reseñas de videojuegos que consideran de calidad, según un sistema de evaluación de gráficos, storyline, sonido y jugabilidad. Pero a parte, se incluyen también otras varas de medir propias, como una categorización sobre el grado de lenguaje obsceno, la exhibición sexual, la violencia y el ocultismo. Así la web crea una clasificación propia (que por ejemplo en el apartado de PC, encabeza ahora mismo Spiderman II).