No es frecuente escuchar declaraciones tan contundentes por parte de la jerarquía católica española, que desde tiempos del nacional-catolicismo habían dejado de escucharse en esa manera de entender España, en la que se une y vincula el ser español a la fe católica de forma casi indisoluble.
Homenajes y actos de despedida completan por estos días la ya de por sí apretada agenda del hasta ahora cardenal de Toledo Antonio Cañizares desde que fuera elegido y nombrado por el Papa Prefecto para el Culto Divino y de la Disciplina de los Sacramentos.
En una reciente entrevista publicada por el diario «L´ Osservatore Romano», el cardenal afirmó, haciendo memoria de su paso por la Archidiócesis de Toledo, que desde allí «se entiende muy bien que, si España dejase de ser católica, dejaría de ser España».
No es frecuente escuchar declaraciones tan contundentes por parte de la jerarquía católica española, que desde tiempos del nacional-catolicismo habían dejado de escucharse en esa manera de entender España, en la que se une y vincula el ser español a la fe católica de forma casi indisoluble.
